Quiero compartir contigo este pensamiento que recibí cuyo titulo es ERES TÚ.
Escucha.. Escucha con
atención. Escucha ese sonido. ¿Qué es?
¿Una corriente de aire? ¿Unas cuerdas vocales que vibran? ¿Tus propios
tímpanos?
¿Algo que fluye en tu cabeza?
Es todo eso. Ese sonido eres
tú que vibras. Ese sonido eres tú.
¿Y quién eres tú?
No me digas tu nombre, tu
dirección y tu oficio.
Sabes que son sólo máscaras,
disfraces, la Gran Actuación.
¿Quién la representa? ¿Tu cuerpo? ¡Vaya actuación!
¿Y quién pone el cuerpo? Tu padre y tu madre. ¿Te pusieron ellos aquí?
Vamos, no digas tonterías. Sabes muy bien quién eres, pero no lo quieres
admitir.
Ahí, profundamente, en el
centro, en el centro de tu corazón lo sabes. Siempre has estado aquí y siempre
lo estarás.
Y el tú en tí es el mismo que
el tú en mí.
No sabes quién eres, ¿no es
así? No puedes llegar a ti mismo en realidad.
Al igual que la yema de un
dedo no se puede tocar a sí misma y los dientes no se pueden morder entre ellos.
Y eso se debe a que tú, el tú
profundo, es lo que llamamos DIOS. El Ser del universo. El ESO que no puede ser
superado. El corazón y fundamento de todo lo que sucede.
Piensas que vas a morir algún
día. Sí.
Eso es porque de vez en vez
tienes que apagarte
a fin de que sepas que estás
encendido.
No puede haber arriba sin
abajo, una parte trasera sin un frente, ni un día luminoso sin una noche
oscura. Todo es una pulsación. Así, ¿Qué estás haciendo?
Estás jugando solo a
encenderte y apagarte, al escondite contigo mismo.
Simplemente vas por la
eternidad en medio de la aventura.
Te olvidas de quién eres, en
realidad.
De vez en cuando finges que
no eres más que un
Juan, o una Mary, o una
mariposa, o una oruga, o una estrella.
Y que estás perdido en medio
de un enorme Mundo Exterior.
Qué tú no eres. Que no
comprendes. Que no controlas.
Por supuesto, debe haber un
Otro
para producir la sensación de
que tú eres tú.
Y para que te sientas
realmente tú,
ese mundo exterior debe
sentirse realmente
extraño, diferente,
misterioso.
¡Tramposo/a!
En las profundidades de tu
ser
lo sabes todo y lo que
quieres es que te sorprendan. Por eso debes dejar que las cosas se salgan de
control.
Tienes que sentirte perdido y
solitario...
y llevas el juego hasta el
fin, inventando deseos y amores. miedos y terrores. ansiedades devoradoras y
mil delirios.
Todo para poder imaginar que
no eres tú sino ESO, el que lleva la batuta.
Pero el Secreto es... ¡Que tú
eres ESO!
Tú llevas la batuta.
Al no dejar que tu mano
derecha sepa lo que hace la izquierda.
Al hacer que la vida sea una
brecha vertiginosa entre lo que haces y lo que te sucede.
Esa es la gran ilusión, la
comedia. La Gran Actuación. Y no sólo juegas tu juego con elementos tan simples
como
Encender y Apagar, blanco y
negro, vida y muerte.
Para que parezca todo lo real
que sea posible este mundo que tú representas debe ser
tan complicado que no lo
puedas descifrar.
Así, entre el blanco y el
negro, está toda la gama de colores.
Entre un fuerte puñetazo en
la cara y el intento de tocar el aire
están todas las texturas de
sentimiento: ardor palpitación
empujones abrazos caricias
cosquillas
besos roces fricciones y el
viento leve sobre la piel.
Tu mundo es todos estos
elementos de vida y sonido, de gusto, olfato y tacto
entretejidos en muchas
dimensiones en el fabuloso telar de tu cerebro. Tu cerebro:
La cosa más complicada del
mundo. Que tú mismo creaste sin pensar siquiera en ello.
Siempre has sido tú. Ya que
tú, yo, el Ser es simplemente lo que hay y
todo lo que hay.
Todos somos rayos de un
centro, tetas de una marrana,
sonidos de una flauta. Para
siempre
.
Pero no resulta monótono ni
aburrido porque lo olvidamos constantemente.
Mantenemos encendido lo
Encendido intercalando Apagones.
¿Cómo es ESO de grande? ¿Cuánto dura un Encendido? ¿Cuánto dura un Apagón?
Digamos que el hombre y la
mujer, la vida humana es una danza que dura 4.320.000 años
(sólo para dar una idea de la enormidad)
Y desde luego, hay todo tipo
de danzas al mismo tiempo con sus propios ritmos.
Danzas de estrellas. Danzas
de rocas. Danzas de peces. Danzas de insectos.
Danzas de plantas. Y extrañas escenas animales como danzas de
cocodrilos y de elefantes.
La danza humana dura
4.320.000 años, un período al que llamamos kalpa.
Antes de que comience y
después que termina siempre hay otro kalpa,
período de apagón durante el
cual el Ser es simplemente el Ser
y no finge ser este yo o ese
tú. A ese período de descanso le llamamos
Paz. Desapego.
Bienaventuranza pura.
Cuando los 4.320.000 años de
descanso llegan a su fin la danza comienza de nuevo
aunque siempre parece igual que
la primera vez. Cada día es hoy. Y después
a través de muchos siglos,a
través de muchas pulsaciones de despertar y sueño
vida y muerte extiendes tu
mundo a través de un ciclo temporal que varía de humor
como un arco iris, que va del
violeta al rojo, del deleite real a la destrucción y el fuego. Ya que
así como no hay violeta sin
rojo no hay placer sin dolor.
Existen cuatro grandes
divisiones del kalpa. Se las ha comparado con las cuatro tiradas del
juego hindú de dados. Primero
está la tirada perfecta de cuatro. Después, la tirada ligeramente imperfecta de
tres. Luego, la tirada de dos, y finalmente, la tirada peor, de uno.
Y así, el primer período dura
1.728.000 años durante los cuales el mundo es tan perfecto como una flor fresca
y tan inmaculado como la piel de una joven hermosa.
El segundo período es un poco
más corto. Dura 1.296.000 años durante los cuales entra en la vida un pequeño
elemento de mal y decadencia Y se marchitan ligeramente las puntas de los
pétalos. El tercer período dura 864.000 años. Durante esta era los poderes del
bien y del mal se hallan equilibrados. El cuarto período dura solamente 432.000
años y en él los poderes del mal y la destrucción lo dominan todo.
Al final tu Ser eterno toma
la forma de Shiva, el señor de la renovación mediante
la muerte. Tiene el cuerpo
azul, diez brazos y lleva un collar de calaveras.
Pero una de sus manos, con su
gesto, nos recuerda que todo eso
no es más que ilusión y
juego. El Shiva baila la danza del fuego
en la que se destruye el
mundo material. Y el Ser regresa al estado de
Paz Desapego y
Bienaventuranza pura.
Todo esto sucede eternamente
kalpa tras kalpa tras kalpa
y no solamente en este mundo
visible que llamamos universo.
Ya que este universo que
conocemos tan sólo es un grano de polvo en otro universo.
Y todos los granos de polvo
de este universo que conocemos contienen diminutos universos sin medida. Sin
fronteras dentro del átomo. Sin fronteras en la inmensidad. Por enorme, por
incomprensible.. por aterrorizante que nos pueda parecer toda esta demostración,
todo eso es básicamente tu
propio ser interior.
Ese Ser que no puedes tocar
ni ver ni clavar con una aguja ni controlar.
Porque está demasiado
próximo, demasiado cerca justo en el centro de todo
PORQUE ERES TU.