VidaPlena

lunes, 24 de febrero de 2014

COMO EMPEZAR, MANTENER Y TERMINAR UN DÍA EXCELENTE

En mi post anterior "Para aquellos que quieran cambiar" he   incluido algunas reflexiones del Maestro Dogen que te permiten profundizar en la senda espiritual.

Hoy quiero darte algunas herramientas para que al practicarlas puedas comenzar el día con energía y entusiasmo.

Normalmente cuando nos despertamos por la mañana inmediatamente nos levantamos comenzando la rutina de asearnos y luego nos vestimos y desayunamos, quizás mirando la tele, o escuchando las noticias – que por regla general nos hablan de accidentes, catástrofes, etc.- como esto lo hacemos en forma automática nos parece normal, pero, si prestamos atención vemos como nos cargamos de tensión.

Aunque no notemos esa tensión por la costumbre de la rutina, se consciente de que  este hábito nos debilita energéticamente, en lugar de eso te propongo que:

Te Tomes 2 minutos al despertarte para conectarte con tu respiración. Inhalando en cuatro tiempos y exhalando en seis tiempos por nuestras fosas nasales, di mentalmente cuando inspiras "Soo"  llevando todo el aire y la atención al abdomen y "Ham o Jam" cuando espiras. 

La práctica de la respiración consiente aquieta nuestros pensamientos, disminuye la ansiedad y el estrés y nos predispone mejor para empezar el día con otra energía,

Luego agradece mentalmente todo lo que tienes y visualiza el día que quieres tener.

La gratitud nos conecta con una mejor frecuencia vibratoria, ya que lleva nuestra atención a lo que tenemos y no a lo que nos falta.

Cuando empieces a hacer estas dos cosas, comienza de a poco, tomate como hábito quedarte unos minutitos en la cama después de las respiraciones. Esta es una  práctica gratificante y hay que disfrutarla. Repítela durante el día si notas que te invade alguna emoción desagradable.

Comenzando con esta práctica verás que empiezas lleno de energía y buen ánimo.

Si quieres profundizar un poco más puedes armarte un lugar que consideres  propio para conectarte contigo donde los aromas y la música  predispongan tus sentidos en esa dirección, pues armar un lugar de relajación en casa para estar unos minutos por día ayuda a silenciar nuestros pensamientos, y hace que, con la práctica, nuestra mente se acostumbre a esta modalidad. Con el correr de los días conseguirás cada vez mayor rapidez conseguir quietud a través de diferentes estímulos.

Con estas pequeñas acciones, que te llevarán un par de minutos puedes comenzar en muy buena forma tu día.

Tú puedes decirme, mira: me levanto a las 4 de la mañana  para ir a trabajar y no tengo tiempo que perder, pero si te tomas 7 u 8 minutos para esto, no es tanto y el beneficio que vas a obtener es mucho.

La idea es que lo que hagamos sea consciente, cuando por lo general todo lo que hacemos, y sobre todo en las rutinas es automático y no lo notamos.

Bueno,  con esto como te dije antes comenzaremos mejor el día, pero, siempre hay un  pero, ¿Qué pasa con nuestros pensamientos?

Cuidado con los pensamientos.

Tener nuestra mente ocupada con pensamientos que van del pasado al futuro sin control, genera turbulencia y dispara emociones relacionadas con esas escenas imaginadas, generando un gran desgaste energético.

Por eso es importante estar atentos a lo que pensamos: cuando empezamos la auto-observación nos corregimos, llevándonos al presente, consiguiendo orden mental y armonía. Si no hacemos esto probablemente  terminemos agotados y contracturados de tanto pensar.

Es importante estar atentos a las conversaciones internas y externas. Hablar de temas desagradables constantemente, criticar, contar problemas, relatar un hecho desagradable reiteradas veces, enfocarnos en los temas negativos, hace que nuestra energía disminuya. Y esto es así tanto en conversaciones con terceros como en nuestros diálogos mentales. No te hagas eso, mantente atento para corregirte y córrete cuando detectas que entras en esos circuitos de comunicación negativa.

 A lo largo del día pregúntate cómo te sentís.

Si estás angustiado, si tienes miedo o ansiedad, qué tipo de pensamientos te atraviesan, cómo está tu cuerpo, si estás sintiendo una preocupación por algo real o estás imaginando situaciones. Si no te sentís bien, haz unas respiraciones como al empezar la mañana para soltar y relajarte.

Cuando tengas que tomar una decisión, trata de ver si tu registro interno coincide con lo que piensas; es decir, si están en sintonía lo que sentís con lo que vas a hacer. Muchas veces pensamos que debemos hacer tal cosa, sentimos que no tenemos ganas y lo terminamos haciendo a costa nuestra, generándonos tensión y disconformidad.

Esta incongruencia entre el pensar, sentir y hacer genera conflicto y se traduce en pérdida de energía. Si nuestro pensar, nuestro sentir y nuestro cuerpo están de acuerdo, ¡ADELANTE!

Durante el día generalmente realizamos rutinas, en casa y en el trabajo, para que esas acciones no se conviertan en algo rutinario y por lo tanto frustrante cambia la forma de ver la rutinas, velas como algo creativo convirtiéndolas en rituales, por ejemplo cuando desayunes presta atención a lo que estás haciendo en lugar de a las noticias (de cualquier forma te enteraras después), cuando viajes aprovecha el tiempo para escuchar música meditativa y relajante, camina mirando la naturaleza o repitiendo afirmaciones, imagina en los tiempos de espera sueños que me gustaría concretar...

Siempre piensa lo mejor.

Por regla general nuestro pensamiento anticipa en forma negativa, llenándonos de miedo, ansiedad y tensión, pero si tomas en cuenta que cuando cambias la forma de mirar las cosas, las cosas que miras cambian, antes de emprender una acción, piensa que el resultado va a ser bueno para predisponerte bien energéticamente y por ultimo siempre piensa desde el final, vete rodeado de lo que quieres lograr y agradece que ya lo tienes, no te distraigas en detalles eso déjaselo al universo que se  encargará.

Pregúntate  ¿Qué puedo hacer hoy, por pequeño que sea, para empezar a cambiar aquello que no me gusta, tanto en lo personal como en lo social?

Sé consiente de la energía que eres. Sé consciente que nuestro cuerpo físico, mental y emocional es energía que interactúa todo el tiempo, que el poder de nuestras palabras y de nuestros pensamientos lleva una carga energética capaz de modificar la estructura cristalina del agua[1] , y si nuestro pensamiento puede cambiar la estructura del agua que nos hará a nosotros que somos 75% de agua.

Cuando te tornes consciente de tu poder energético utiliza esta energía para trasformar tu presente, recordando que lo que damos es lo que recibimos. Una sonrisa, una mirada amorosa, un gracias, un perdón, un buen gesto, lindas palabras contribuyen a mejorar tu energía y la del ambiente, recuerda que la ciencia ha demostrado que la Matriz Divina, el Campo, la Mente de Dios o como quieras llamarlo responde como espejo a nuestras emociones.

Hablando de emociones, cuando hay algo que ves que te molesta pregúntate qué te está mostrando ¿Qué veo en mí que me molesta? ¿Qué puedo aprender de esto?

El notar el cambio en cómo nos sentimos con estos ajustes pequeños, nos va a dar impulso para estar atentos y salir de las discusiones, de las críticas y de los espacios negativos con facilidad. Con la práctica, "soltar" se hace un acto simple.

Al finalizar el día, antes de dormir, enfócate en lindos pensamientos,  agradece por todo y nuevamente, repetí ciclos respiratorios para renovar la energía y obtener un buen descanso.

Ten presente que cada segundo tomamos decisiones y que estas pueden estar a favor o en contra de nuestros deseos, escucharte te ayudará a decidir y a lograr que los resultados te beneficien. 

Recordá que siempre "somos creadores de realidades" y que el amor todo lo puede.

Eduardo Seleson




[1]  Ver El lenguaje del Agua de Nasaru Emoto http://www.youtube.com/watch?v=u1ylbczYAes

jueves, 20 de febrero de 2014

PARA AQUELLOS QUE DESEEN CAMBIAR

Hasta ahora en mis post anteriores he venido  hablando de la influencia de pensamiento en  la salud, en nuestra relación con el mundo externo e interno, de cómo debiéramos jugar este juego que es la vida.

Hoy quiero hablarte de un tema que es crucial para poder lograr cambios en nuestra vida.

Porque lo hemos tratado en algunos de mis post anteriores el centro de este post pasa por la conciencia de aquel que comienza a transitar ese cambio que anhela.

Somos conciencia, y en tanto nos demos cuenta de eso lo que tomamos como conocimiento y acordamos es lo que nos creará la realidad en que estaremos inmersos.



Como cambiamos la conciencia?

Tengo para mi que la conciencia la cambio conectandome  con mi interior y desde esa conexión me comunico con mi espíritu, . Y es precisamente en esa conexión donde se alcanza la comunicación silenciosa y amorosa con el resto de los seres del entorno, la naturaleza y el Universo, no como un caos sino como una armonía de inigualable belleza.

En esa experiencia de la conexión interiror hay grandes pensadores que quizás no hayas oído hablar de ellos y que han enseñado sobre este tema tan importante, uno de ellos es el Maestro Dogen. 

Su enorme aportación filosófica, hace que Dogen sea considerado, aún hoy día, como uno de los más grandes pensadores de Japón.

Quizás te estés preguntando quien fue, por lo que voy a contarte brevemente su historia.
Dogen nació en el 1200, en Uji, cerca de Kyoto. Su padre Michichika pertencía al clan de los Minamoto y era descendiente del emperdador Murakami (947-967). En esta época Japón atraviesa un período de problemas, el país está sumido desde hace poco a un doble poder, el del emperador y de su corte instalada en Kioto, y el los de los shoguns, una suerte de general supremo que posee el poder militar, establecido en Kamamura. En esta sociedad feudal las grandes familias luchan por el poder. Las más ilustres son los Fujiwara y  los Minamoto. Su madre era la hija de Fujiwara Motofusa, otra personalidad importante de la corte imperial.
Dogen vive entonces en el seno de una familia aristocrática, influyente y de buena posición. Pero su padre muere cuando él tiene dos años y su madre muere también, a sus ocho años. El joven Dogen recibió la educación apropiada acorde a su status, en un mundo de pena e impermanecia. Justo antes de morir, su madre le recomienda volverse monje para así poder ayudar a la salvación de todos los seres.[1]
Comenzó a estudiar budismo en la secta Tendai, en el monte Hiei. Insatisfecho con los resultados, Dogen comenzó a estudiar la doctrina Rinzai[2] con Eisai, fundador de esta escuela en Japón. Como los resultados tampoco eran los esperados, se marchó a China en el año 1223. Allí continuo estudiando la doctrina Rinzai con varios maestros chinos de esta escuela, sin embargo, sintiendo que la auténtica doctrina de Buda y Bodhidharma se había perdido, abandonó su búsqueda y decidió regresar a su país.

En ese momento existían cinco sectas Zen diferentes: Soto, Ummon, Honen, Obaku y Rinzai por lo que la enseñanza estaba muy diluida e incluso presentaban contradicciones en los métodos de enseñanza entre una secta y otra.

Cuando Dogen estaba a punto de marcharse, tuvo un encuentro con Nyojo Tendo, un maestro de la secta Soto junto al que permaneció tres años.

El 1227, poco antes de morir, Nyojo concedió el Shiho[3] a Dogen, reconociendo así su iluminación.

Dogen volvió a Japón ese mismo año con una única enseñanza, el Shikantaza, es decir, la posición sentada en concentración.

Sin koans, ni haikus, ni kensho, sin nada, únicamente sentado en la posición adecuada y con la máxima atención, Moshotoku (sin objetivo ni beneficio alguno), Dogen abandonó su cuerpo físico (falleció) durante la noche del 28 de agosto de 1253 a la edad de 53 años mientras contemplaba la luna.

Para Dogen no hay diferencia esencial entre monjes y laicos, entre lo Profano y lo Sagrado, entre los seres animados y los inanimados, entre la Iluminación y la Ilusión, entre Samsara y Nirvana, entre el individuo y el mundo, entre Buda y sus fieles, entre los sutras y los objetos de la vida cotidiana, entre ritual y sentimiento - así como no existe diferencia entre el Ser y el tiempo ya que, en este universo impermanente, ser es devenir.

Al deshacer la barrera entre lo Mundano y lo Sagrado, Dogen sacralizó la vida profana o la vida común transformando las acciones banales (cocinar, comer, tomar té, asearse, limpiar) en oportunidades únicas y trascendentales de realización reiterada y continua del Dharma, en instantes de reafirmación del Satori. Dogen fue el primero en vislumbrar y en explicar claramente que no existe un minuto de la existencia que no sea una expresión viva de la realidad de la Iluminación intrínseca de todos los seres.

Dogen expuso la llama viva y fundamental del Budismo, encendida entre las cenizas de las tradiciones y rituales que la ocultaban: las discriminaciones, que la mente racional impone a nuestra visión del mundo, nos impiden ver la realidad.

De este modo, las palabras de Dogen se presentan al estudioso como una experiencia renovada de lectura: nada de lo que él escribe es tan sólo lo que aparenta ser, aún cuando escribe al respecto de cosas que consideramos como triviales o sin importancia.

Para Dogen, todos los hombres están intrínsecamente dotados de la Naturaleza Búdica y de la Iluminación; y su única misión debe ser descubrir por sí mismos este hecho. Y para ello son fundamentales los principios de la ética Budista y la meditación. Para Dogen, ética, conocimiento y meditación son una sola cosa, los componentes de la práctica budista. Ninguno de esos elementos tiene sentido sin los demás.

Dogen fue un escritor sofisticado y un pensador original no siempre fácil de comprender. Así como eliminó la separación entre lo Sagrado y lo Profano, para él las palabras (o símbolos) constituyen también objetos y conceptos, instrumentos útiles en la obra de transformar el entendimiento del lector y aproximarlo al Dharma. Su estilo es denso, muy difícil de traducir, pues utiliza peculiaridades de la lengua y de la escritura de su tiempo para desplegar razonamientos a veces inesperados.

Ahora que tienes conocimiento de quien fue el Maestro Dogen pasaré a transcribirte algunos de los principios de su enseñanza.

 Uno de los principios más importantes del Maestro Dogen es que no hace falta ni desear adquirir, ni dar con idea de recibir.

El principio esencial al que llama Mushotoku es el arte de sentarse sin meta (postura de Budha).

Cuando un hombre actúa o da algo, quiere recibir algo a cambio,  pero el zen es la filosofía de la gratuidad.

En zazén, el discípulo debe intentar obtener "lo más elevado de sí mismo" con un perfecto desinterés.

Si existe el deseo de obtener un resultado, éste no se obtiene. Lo puro se vuelve impuro.

Así, en toda obra de arte, en toda creación, el artista debe darse por entero, sin ocuparse de alcanzar fama, belleza o dinero, y sin sacrificar nada a la moda. Debe expresarse de la mejor manera que pueda y sin hacer compromisos. Entonces la obra podrá ser bella, pura y humana.

Lo mismo sucede con la búsqueda de la sabiduría. El discípulo no debe desear la sabiduría ni la felicidad. Pero obtendrá la sabiduría si día tras día, se esfuerza por conocerse, por ir más allá de sus límites, por darse a sí mismo sin esperar ningún provecho personal. Si alcanza la gratuidad de sus actos, la dicha vendrá por añadidura.

Todo apego, sea cual sea su naturaleza, aliena la libertad humana.

Romper las ataduras, los hábitos, amar sin apego, actuar sin fines personales.
Mantener las manos abiertas, dar, abandonar todo sin miedo de perder, no buscar nunca la posesión, tal debe ser la conducta del que hace zen.
La verdad reside en la sencillez.

·         El mundo de la experiencia reside en nuestro espíritu.

·         La paz y el desapego serán las pruebas de la eficacia de nuestra búsqueda.

·         Nuestra vida no es ni pequeña ni estrecha, ni limitada, ni solitaria.

·         Nuestro cuerpo y el universo son uno.

·         Nuestro ego y el universo son uno.

En estas dos ultimas expresiones el Maestro Dogen nos esta indicando que cualquier cosa que experimentemos dentro nuestro (cuerpo o ego) esta unido al universo, es uno con el y darnos cuenta de esto amplia nuestra conciencia a la percepcion del juego sutil de nuestra existencia. 

·         Permaneced vigilantes, siempre dispuestos en cualquier momento, agudizad vuestra atención como la espada más cortante.

·        Solamente entonces estaréis en la Vía. 

·         No existe separación entre cuerpo, alma y el mundo. Son como el aire mezclado con aire, o como el agua mezclada con agua.

·         "Forma es Vacío y Vacío es Forma". Pero si usted se apega a tal afirmación, estará sujeto a enredarse en ideas dualistas: por una parte está usted, forma; y por otra parte, el vacío que usted está intentando percibir a través de su propia forma. Entonces, "forma es vacío y vacío es forma" sigue siendo dualismo. Felizmente nuestra enseñanza prosigue afirmando: "Forma es forma y vacío es vacío". Aquí no hay dualismo.

·        Es a través de las acciones cotidianas de nuestro cuerpo y de nuestra mente que nos volvemos iluminados de modo directo. Eso es conocido como la Realización del Camino.



[1]Fuentes: http://www.zen-deshimaru.com/es/zen/biografia-del-maestro-zen-eihei-dogen-1200-1253#sthash.tmKgkx15.dpuf 

 [2] La doctrina Rinzai es una  Escuela de budismo Zen que propone para conseguir el  Satori (iluminación) los ejercicios Koan (enseñanzas en forma de acertijos)

[3] El Shiho es la transmisión del Dharma - palabra en sánscrito que quiere decir “proteger” o “guardar”, es generalmente usada para señalar las enseñanzas del Buda y el camino acertado para llegar a la iluminación-.

sábado, 1 de febrero de 2014

Estamos en una nueva era

Quizás cuando leíste el titulo de este post pensaste que te iba a hablar de Acuario, o quizás pensaste que te hablaría de este nuevo año. No es de esto que quiero tocar en este post, el mismo es mucho más abarcativo, la era a la que quiero referirme es la que concierne a la percepción.

Estamos en una nueva era, en la que nos enfrentamos a una crisis de percepción que nos lleva a  un cambio de paradigma de perspectiva mundial.

Se habla mucho de paradigma y a veces creemos entender a que se refiere el término por lo que antes de continuar te voy a definir que es un paradigma, este término se refiere a como la sociedad global percibe lo que denomina realidad, desde esta perspectiva la crisis se refiere a la forma como percibimos la realidad y un cambio en la realidad misma. Aquí tiene que ver nuestras creencias sobre la realidad, en este punto nuestro cerebro y nuestros condicionamientos tienen un papel importante. 

Lo que llamamos realidad, se estructura en base a nuestras experiencias sensoriales. Solemos decir "ver para creer", y  existe si "se puede tocar", y la crisis de percepción de hoy, viene de la duda de que esto sea así, para comprender esto podemos tomar el ejemplo de cómo se entrenan los elefantes en la India.

Cuando el elefante es bebé se le ata en una pata una pequeña cuerda a una planta durante varias semanas. Cuando el elefante crece, se le ata con una cuerda similar a la original, éste no podrá escapar. Los psicólogos conocen a este fenómeno como "compromiso cognoscitivo prematuro", es un compromiso que hacemos con nuestro cuerpo/mente que, al final termina estructurando nuestra realidad, un condicionamiento.

Tú no tienes un elefante para probar pero puedes hacer este otro experimento. Toma un par de moscas y mételas en un frasco, cierra la tapa por unos 15 minutos y luego ábrela, veras que ninguna sale pues han establecido los limites de su lugar dentro del frasco.

 Así, lo que nos enseñaron a ver en nuestra niñez, es lo que conforma el programa base con el que vemos nuestra realidad actual; lo que no nos dijeron que existe, entonces, no es real para nosotros…

Aquí debemos entender cómo funciona nuestro sistema nervioso, este se desarrolla como respuesta a los estímulos nerviosos, esto crea una percepción del mundo, y esto estructura un sistema de creencias

El sistema de creencias, se va formando porque aprendes mediante los sentidos, ver, tocar, oler, oír, gustar; luego, el sistema nervioso, refuerza por repetición el sistema de creencias.

Nuestro sistema nervioso, ha sido programado para captar solo un fragmento de la realidad. Podemos decir que, el dicho "ver para creer", es al revés, "creer para ver"; por ello es que si no se cree en algo, no se puede ver.

Lo que percibimos, no es exactamente la realidad , no es el aspecto  real del mundo, sino nuestra interpretación, nuestra manera de mirarlo.

 El Dr. Miguel Ruiz[1] en su libro “Los cuatro acuerdos- un libro de la Sabiduría Tolteca”    dice:  “…Lo que ves y escuchas ahora mismo no es más que un sueño. En este mismo momento estás soñando. Sueñas con el cerebro despierto… Soñar es la función principal de la mente, y la mente sueña veinticuatro horas al día. Sueña cuando el cerebro está despierto y también cuando está dormido. La diferencia estriba en que, cuando el cerebro está despierto, hay un marco material que nos hace percibir las cosas en forma lineal. Cuando dormimos no tenemos ese marco, y el sueño tiende a cambiar constantemente…
…Los seres humanos soñamos todo el tiempo… Antes de que naciéramos, aquellos que nos precedieron crearon un enorme sueño externo que llamaremos el sueño de la sociedad o el sueño del planeta. El sueño del planeta es el sueño colectivo hecho de miles de millones de sueños más pequeños que, unidos, crean un sueño de la familia, un sueño de una comunidad, un sueño de un país y finalmente, un sueño de toda la humanidad. El sueño del planeta incluye las reglas de la sociedad, sus creencias, sus leyes, sus religiones, sus diferentes culturas y maneras de ser, sus escuelas, sus gobiernos, sus acontecimientos sociales y sus celebraciones…”

El Dr. Miguel Ruiz al hablar del sueño se refiere a los paradigmas que están en vigencia al momento que nacemos y que son los que la familia, escuela, sociedad nos enseñan, y esa enseñanza hace que percibamos el mundo de determinada manera.

Pues bien aquellos que hemos nacido hace más de veinte años hemos sido enseñados con paradigmas  que en este momento estaban vigentes y que hoy están en crisis, esos paradigmas son los que el Dr. Deepak Chopra denomina “El Mito del Materialismo”.

Como te dije más arriba estamos en una nueva era, en la que nos enfrentamos a una crisis de percepción que nos lleva a  un cambio de paradigma de perspectiva mundial.

Por otro lado se sabe que la percepción de la realidad cambia según las diferentes especies de animales o insectos, el perro, puede oler y oír sonidos que no captamos los humanos, una serpiente, siente su medio más en infrarrojo, el murciélago se orienta en su vuelo a través del eco del ultrasonido, las abejas, no perciben los colores como nosotros, pero pueden ver el ultravioleta, la abeja no ve la flor, sino la miel a distancia.

Y aquí aparece la pregunta: ¿cuál es el verdadero aspecto, la verdadera textura, el verdadero sonido?. La respuesta es que hay infinitas posibilidades coexistiendo al mismo tiempo, nosotros estructuramos la realidad perceptual.

Todo lo creamos mediante nuestra interacción. 
Todo lo creamos mediante nuestra creencia. 

Por lo que en lugar de “ver para creer”, en este nuevo paradigma la sentencia es “creer para ver”.

Y aquí te quiero comentar lo que los hombres de ciencia en la actualidad bajo el paraguas de este nuevo paradigma afirman que todo lo que percibimos, proviene de cuatro fuerzas básicas del Universo: la gravedad, que hace que el mundo gire y mantiene unido al planeta; la electricidad, que produce luz, calor, etc.; el magnetismo, que hace que funcione el televisor y demás cosas tecnológicas modernas; y la gran fuerza que mantiene unido el núcleo del átomo y es una fuerza tan grande, que da la impresión que en verdad existe la materia, esta fuerza es responsable entre otras cosas de la radiactividad y la transmutación de los elementos.

Sostienen que estas cuatro fuerzas, provienen de una única fuerza dentro de la naturaleza y la llaman "Campo Unificado" y nosotros también somos parte de ese campo, porque ese campo es todo lo que hay.

Quizás te resulte difícil asimilar este concepto, pero a poco que te adentres en este paradigma en forma consciente veras que esta afirmación es la acertada.

Siguiendo esta línea de pensamiento ellos dicen que el espacio, el tiempo, todo lo que llamamos universo material, se encuentra estructurado como resultado de la fragmentación y expresión de estas fuerzas naturales denominando a este proceso "fragmentación simétrica", y su expresión es lo que llamamos "objetos materiales", separados unos de otros en un espacio, en un tiempo. Pero en realidad, lo que experimentamos como materia, es algo que sólo sucede en la consciencia.

Por lo que te repito la frase que puse más arriba: …por lo que en lugar de “ver para creer”, en este nuevo paradigma la sentencia es “creer para ver”.

Como conclusión a todo lo expuesto los científicos indican que todo el mundo exterior, se compone simplemente de campos energéticos, y estos son en realidad, un solo campo.

El espacio y el tiempo, también son parte de este campo energético. De alguna manera, este campo se fragmenta mediante la percepción. Podemos convertir este campo energético en experiencia de sonido, gusto, forma, color, etc. Luego, el proceso de rotulado, se lleva a cabo en nuestra propia consciencia, y a partir de este campo, tenemos el mundo material que percibimos. Pero realmente, el exterior no es así. Sólo es así dentro de nuestra mente.

  El viejo paradigma, está basado en experiencias sensoriales, dice que existe en el exterior un mundo objetivo, que es indiferente del que lo percibe, que está compuesto, al igual que los seres humanos, de trozos de materia separados unos de otros en el espacio y en el tiempo.

El nuevo paradigma dice, que el mundo no es material, que está compuesto de campos energéticos, que provienen de un campo inmanifiesto subyacente. El espacio y el tiempo, son parte de este campo. En el nuevo paradigma, la mente y la materia, son esencialmente lo mismo; la experimentación del campo, subjetivamente, consiste en la mente, y objetivamente, en el mundo de los objetos materiales.

En el viejo paradigma, la mente está atrapada en el cerebro, la inteligencia se localiza en el sistema nervioso, en el cuerpo.

En el nuevo paradigma, la mente no está atrapada en el cerebro, ni siquiera en el cuerpo, se extiende más allá del alcance del cosmos. Es infinita, sin límites. La inteligencia no se puede localizar, sólo sus expresiones. Se pueden encontrar expresiones en formas y fenómenos localizados, pero todo el Universo, está dentro de ese campo inteligente.

Este nuevo paradigma, significa un cambio muy importante. La idea, cuando recién aparece, no se encuentra localizada, está en todas partes.   Ahora sabemos que cualquier valor de atención que tengamos de cualquier cosa, está en todos lados simultáneamente. Así es como creamos nuestra experiencia del mundo.

El mundo físico que experimentamos en este momento, es el resultado de la consciencia colectiva. Si la cambiamos, también cambiará el mundo.

Muchos estudios demuestran que, cuando grandes grupos de personas llegan a este nivel y lo trascienden juntos, el entorno físico, comienza a cambiar, porque somos parte de una filosofía cósmica. Si nuestra mente cambia, cambia también la mente global. Porque nosotros somos eso, somos parte de este campo.   

Podemos decir entonces que, la consciencia no es el
Hiperfenómeno de la materia, sino todo lo contrario:
la materia es el hiperfenómeno de la consciencia.

Nosotros, como sucesos cuánticos en un campo unificado, somos inteligencia que aprendieron a crear todo este Universo; y, por lo tanto, nosotros como seres humanos, no estamos contenidos en nosotros mismos, sino que, somos en realidad puntos focales en el campo unificado, interconectados (sin solución de continuidad) con los patrones de inteligencia que atraviesan todo el cosmos. 

Es tal esa relación, que nuestros cuerpos no poseen límites definidos, no estamos separados. Nuestras necesidades no son por lo tanto, totalmente interdependientes.

Somos un modelo cambiante, pulsante, de todo el proceso. Nuestro cuerpo es parte del cuerpo universal.

Como dice el Ayurveda "Así como es el átomo, así es el Universo", "Así como es el microcosmos, es el macrocosmos", "Así como es arriba, es abajo", etc. 

El tiempo no existe, sólo existe la eternidad. Nosotros creamos el tiempo como resultado de nuestra percepción de cambio. Metabolizamos nuestra experiencia del tiempo como cambios fisiológicos.

La entropía y el envejecimiento son expresiones de la metabolización del tiempo. El modo en que metabolizamos el tiempo, provoca la biología del envejecimiento.

"Si nuestra atención está sobre lo relativo, todo el tiempo
experimentamos cambio. Si nuestra atención está siempre sobre lo
absoluto, entonces lo relativo, sólo va y viene; pero no
experimentamos esa entidad". Maharishi[2]. 

Si pudiéramos conocer esto mediante la experiencia y no solo intelectualmente, entonces, desaparecerían todos nuestros problemas porque nos daríamos cuenta, que no somos seres humanos con experiencias espirituales ocasionales, sino que, en verdad, somos seres espirituales, con experiencias humanas ocasionales. Y este cambio básico de percepción, cambiaría completamente nuestra manera de interactuar entre nosotros, cambiaría todo nuestro Universo y cómo lo experimentamos.

Eduardo Seleson







[1] Miguel Ángel Ruiz (nacido en 1952) es un autor mexicano de textos espiritualistas neochamanísticos, influido por Carlos Castaneda.  Su más famosa e influyente obra es Los Cuatro Acuerdos, fue publicado en 1997y ha vendido cerca de 4 millones de ejemplares.    
[2]Maharishi Mahesh Yogui  (Yabalpur 12 de enero 1917- Vlodrop  5 de febrero 2008) (Yabalpur, 12 de enero de 1917  fue el seudónimo de Mahesh Prasad Varma, gurú religioso de la India, fundador del movimiento Meditaci[on Trascendental   con presencia en numerosos países de America, Europa y Asia.