Es común que las
personas que se encuentran con esta pregunta contesten con “etiquetas”: Soy
fulano, padre de…, abuelo de…, profesional…, dueño de…, tengo ..., tengo..., etc. etc., desde nuestra limitada visión pensamos que somos estas etiquetas.
Nos tranquiliza pensar que somos esto y no otra cosa pues, si nos detenemos a mirarnos comenzamos a percibir nuestra verdadera naturaleza e intuimos que las definiciones son solo etiquetas y empezamos a temer que se produzca la disolución de nuestra identidad, lo que hace que nos definamos como una persona – nuestros sentimientos, pensamientos, ideas, nombre, etc. – va a desaparecer.
Nos tranquiliza pensar que somos esto y no otra cosa pues, si nos detenemos a mirarnos comenzamos a percibir nuestra verdadera naturaleza e intuimos que las definiciones son solo etiquetas y empezamos a temer que se produzca la disolución de nuestra identidad, lo que hace que nos definamos como una persona – nuestros sentimientos, pensamientos, ideas, nombre, etc. – va a desaparecer.
Esta mirada desde el
ego es ilusoria pues cuando nos vamos a dormir a la noche o durante la siesta, nos
desprendemos de las mismas y lo hacemos con alegría, incluso lo deseamos, y sin
pensarlo un instante renunciamos a nuestro cuerpo y nuestra mente penetrando en
otro plano vivencial, el plano de la conciencia pura, el plano verdadero que es
lo que realmente somos, lo que nos habita.
El cuerpo, la mente
y nuestra percepción de la realidad son como capas que cubren nuestro verdadero
Ser, que es la conciencia, de la que la tradición Védica dice: “...el agua
no puede mojarla, el fuego no puede quemarla, no puedes tocarla, no puedes matarla...”
Cuando estamos
“despiertos” por la mañana o después de la siesta y pensamos en la muerte por
regla general tenemos miedo de desaparecer, pero pregunto: ¿por qué tenemos
miedo de dejar que una colección de pensamientos, sensaciones y percepciones
desparezcan? ¿qué pensamos que vamos a perder, si lo hacemos cada noche o cada
tarde?, la razón de esta situación es que hemos depositado nuestra identidad
como te mencioné antes, en una colección de etiquetas con la que nos armamos
nuestra identidad que está compuesta por: nuestra historia, nuestras creencias,
las sensaciones que identificamos como nuestro cuerpo y que estamos convencidos
que somos eso.
No somos conscientes
de nuestro verdadero Ser que es Conciencia pura que se ha mezclado con esas
percepciones y ya no puede distinguir lo ilusorio de lo real, con lo que queda
cubierta nuestra verdadera naturaleza, hemos consentido en limitarnos en el
tiempo y en el espacio y como consecuencia de ello nos convertimos en una
entidad temporal y finita que vive creyendo, sintiendo y pensando de acuerdo a
esa sensación.
La situación es que
vivimos condicionados por patrones de pensamiento que lleva implícito un código
esencial que dice ...Voy a Olvidarme que estoy en un Patrón de Pensamiento
Opcional... y ese código incluye otro que es sufrimiento, entonces hablamos
de “Mi Punto de Vista” y desde ese lugar lucharemos para tener siempre la razón
y eso nos lleva a poner mucha energía en demostrar que tenemos razón y por
supuesto sufrimos.
En principio te diré
que el sufrimiento es una anomalía en el universo, por lo que sería importante
que te detengas a analizar esto: estás sufriendo pues te has confundido a ti
mismo con un objeto y has consentido en limitarte a una mente y un cuerpo.
No queremos sufrir,
pero inconscientemente elegimos sufrir pues es lo que conocemos, lo que nos han
inculcado, es nuestra “zona de confort” que es la zona que conocemos y en la
que nos sentimos seguros, si te pregunto: ¿a ti te gusta sufrir? me
responderás: ¿estás loco? Me paso todo el día evitando sufrir, lucho para no
sufrir, y esa lucha lleva a más sufrimiento, recuerda la sentencia “...lo que
resiste persiste...”.
Tú tienes la
elección y has elegido en limitarte a ti mismo, restringirte a esa “zona de
confort” donde sufres, luchas y te amargas, puedes elegir salir de ella,
desenredarte de tu cuerpo-mente y dirigir tu atención hacia quién realmente
eres.
Me puedes preguntar:
¿Cómo hago para dejar de sufrir?
Para eso debes
desviar tu atención de los objetos que parece que conoces, debes dirigirla
hacia el interior hacia el Ser que realmente eres, con lo cual te acercas al
“pensador de los pensamientos”, pues tú no eres tus pensamientos, eres el que
piensa y experimenta ese pensamiento y el diálogo interno que conlleva, esta
acción da como resultado comprobar tu verdadera naturaleza que se devela como
es en realidad.
Cuando la mente
regresa al corazón, cuando el yo separado es despojado de su idea de separación se devela como el Ser Verdadero y Único, la Conciencia Pura, comprendes que
nunca hubo un yo separado y por lo tanto esa sensación es ilusoria.
Simplemente lleva tu
atención a tu Ser, a tu conciencia, deja de mirar para afuera y comienza a
mirarte, deja que el Ser que eres dé su atención a sí mismo.
Me puedes decir: que si haces eso puedes perder tu identidad, no tengas miedo, si diriges tu atención hacia adentro olvidarás el miedo a perder tu identidad, a desaparecer. Pues recordarás quién realmente eres, te reencontrarás con tu Ser, ese Mago que está permanentemente en tu interior, comprenderás que el Ser que eres es eterno, no tiene principio y no tiene fin,
Tú, amigo lector no tienes una vida, eres una vida y como te comente antes, el Ser que eres no puede ser lastimado, el agua no puede mojarlo, el fuego no puede quemarlo, y desde ese lugar estarás pleno.
Me puedes decir: que si haces eso puedes perder tu identidad, no tengas miedo, si diriges tu atención hacia adentro olvidarás el miedo a perder tu identidad, a desaparecer. Pues recordarás quién realmente eres, te reencontrarás con tu Ser, ese Mago que está permanentemente en tu interior, comprenderás que el Ser que eres es eterno, no tiene principio y no tiene fin,
Tú, amigo lector no tienes una vida, eres una vida y como te comente antes, el Ser que eres no puede ser lastimado, el agua no puede mojarlo, el fuego no puede quemarlo, y desde ese lugar estarás pleno.
Esta experiencia de
ser consciente nunca nos ha dejado, aunque generalmente es empañada por el ego.
Nunca hemos dejado de ser este “yo soy consciente”, simplemente presta tu
atención a tu Ser, en lugar de los objetos (tu diálogo interno, tus
sentimientos, sensaciones o percepciones), haz brillar esa conciencia sobre la
experiencia de ser consciente, es decir sobre sí misma, sólo para descansar en
sí misma. Permite que tu atención se vuelva hacia sí misma, sólo para descansar
en sí misma. Esa experiencia es la paz misma.
Una última cosa, ten
en cuenta que el punto de vista de la Conciencia es el único punto de vista
real, es el punto de vista de las infinitas posibilidades.
Querido lector, da
la vuelta, vuelve al “Hogar”, se Feliz.