VidaPlena

lunes, 23 de julio de 2018

El Ego y sus Juegos



Voy a comenzar este post con la definición de Ego[1]:

El Ego es, para la psicología, la instancia psíquica a través de la cual el individuo se reconoce como yo y es consciente de su propia identidad.

El Ego, por lo tanto, es el punto de referencia de los fenómenos físicos y media entre la realidad del mundo exterior y los ideales formado por la moral, palabra que deriva de origen latino que proviene de “moris” (costumbre) y se trata de un conjunto de creencias, costumbres, valores y normas de una persona o de un grupo social y los instintos del yo, compuesto por los deseos y los impulsos

Para clarificar, la moral orienta acera de que acciones son correctas y cuales son incorrectas[2] y las reglas que un sujeto respeta en la sociedad o en su grupo de pertenencia.

Por otro lado, el Ego, por último, es el equilibrio que permite que el hombre pueda satisfacer sus necesidades dentro de los parámetros sociales.

Resumiendo, podemos decir que el Ego es la imagen de referencia que nos hacemos de nosotros mismos, o sea es una construcción mental, y que terminamos por creer que somos esa imagen.
Bien ahora que tenemos en claro que es el ego pasemos a contemplar sus juegos:

El Ego siempre nos está hablando y jugando con nosotros, veamos algunos ejemplos, no son los únicos:

·      Es muy difícil sobrevivir, si no somos egoístas el mundo nos dominará.
·    A través del pretexto de la preocupación por algo o alguien sutilmente nos permite dominar a los demás.
·      Siempre trata de demostrar que tiene razón y discutirá para ganar.
·      Para el ego el otro siempre está equivocado y lo que "Yo" pienso siempre es la verdad, aunque la historia que me cuento sea incorrecta.
·      
    El ego juzga y justifica nuestro accionar egoíco. 
    
    Cubrimos nuestro ego comentando o encontrando faltas en los demás, culpamos y/o etiquetamos a los otros.
·    El Ego nos dice vales por lo que tenes.

Quiero ahora hacer un paréntesis y hablarte de la mente, dado que el ego es creación de la mente.

 Emilio Carrillo[3]: … la mente sirve para muchas cosas, pero no sirve para entender la Vida, para comprenderla, para vivirla, el libre albedrío nos permite utilizar la mente para eso pero, la mente no sirve para eso, el que vive con las gafas de la mente puesta no verá nunca la realidad… la mente es el sistema operativo del “cuerpo físico, mental y emocional” que nos permite actuar y desarrollarnos en este mundo físico, y como lo dije antes la mente crea a su vez un instrumento que pertenece a ese yo físico, mental y emocional que es el Ego… el Ego es una creación de la mente - o sea es un pensamiento - y lo crea para que se active cuando el Ser utiliza nuestro cuerpo físico para vivir la experiencia humana.

No te olvides que no somos seres humanos con experiencias espirituales, sino, que somos seres espirituales con experiencias humanas.

Y continúa Emilio Carrillo: … el Ser que eres es inmutable, inmortal, no cambia, tu cuerpo puede experimentar multitud de experiencias, pero el Ser que eres no cambia, ese Ser que es llamado de muchas formas es la conciencia… tu cuerpo tiene fecha de caducidad, el Ser que eres es inmortal…

Cuando no somos conscientes de que nosotros no somos nuestro cuerpo, sino que somos conciencia vivimos dormidos, identificados con nuestro cuerpo, olvidándonos que somos conciencia, creyendo que somos ese cuerpo físico, mental y emocional, en ese momento la mente activa un piloto automático dado que el Ser está dormido, ese piloto automático es el Ego, por lo podemos concluir que el Ego es un servicio que crea la mente cuando estamos dormidos.

Normalmente no estamos conscientes de que somos conciencia y nos identificamos con el cuerpo, esta situación hace que en lugar de vivir desde el Amor y desde el Ser, vivamos “dormidos”, viviendo desde el miedo, pensamos que somos  “el cuerpo” permitiéndole a la mente que dirija nuestros pasos y experiencias y como dice Emilio Carrillo y lo expresé más arriba: la mente sirve para muchas cosas, pero no sirve para entender la Vida, para comprenderla, para vivirla… el que vive con las gafas de la mente puesta no verá nunca la realidad…

Ahora bien, cuando estás en esa situación, la mente juega contigo llevándote de un pensamiento a otro, peleando, sufriendo, siempre que le permites a la mente que juegue contigo terminarás sufriendo.

Porque cuando juzgamos, tratamos de demostrar que tenemos razón, discutimos, nos justificamos, nos enojamos, no perdonamos y creemos que las historias que nos contamos son la realidad, nuestro destino es el sufrimiento.

Por lo que no debemos permitir al Ego que maneje nuestra vida, sino que vaya de acompañante mostrándonos el sendero que transitamos y las posibles situaciones, pero sin tomar acción, permitiendo al Ser que somos decidir que hacer.

La mente egoica pone su atención saltando permanentemente del futuro al pasado, cuando se enfoca en el futuro nos angustiamos y cuando se enfoca en el pasado nos amargamos. Estamos tan enfrascados en ese juego del pasado - futuro que no nos damos cuenta y si prestas atención hemos honrado al Dios Jano que tiene dos caras una que mira al pasado y la otra al futuro poniéndole su nombre al primer mes del año: January (enero)

Solo cuando tomamos consciencia de que el Ego es un pensamiento o sea una creación mental el Ego se desactiva y podemos vivir plenamente desde el Amor.

Te voy a transcribir la experiencia que Eckart Tolle[4], un famoso maestro espiritual, tal como lo relata en su primer libro “El Poder del Ahora” que te lo recomiendo:

… Hasta los treinta años, viví en un estado de ansiedad casi continua, salpicada con períodos de depresión suicida. Ahora lo siento como si estuviera hablando de una vida pasada o de la vida de alguien diferente.”

“Una noche, no mucho después de cumplir veintinueve años, me desperté una madrugada con un sentimiento de absoluto terror. Había despertado con ese sentimiento muchas veces antes, pero esta vez era más intenso que nunca. El silencio de la noche, los contornos vagos de los muebles en la habitación oscura, el ruido distante de un tren, todo parecía tan ajeno, tan hostil y tan absolutamente sin sentido que creó en mí un profundo aborrecimiento del mundo. Lo más odioso de todo, sin embargo, era mi propia existencia. ¿Qué sentido tenía continuar viviendo con esta carga de desdicha?,¿Por qué seguir con esta lucha continua?, podía sentir un profundo anhelo de aniquilación, de inexistencia, que se estaba volviendo mucho más fuerte que el deseo instintivo de continuar viviendo.”

“No puedo seguir viviendo conmigo mismo”. Este era el pensamiento que se repetía continuamente en mi mente. Entonces, súbitamente me hice consciente de cuán peculiar era este pensamiento. “¿Soy uno o dos?” si no puedo vivir conmigo mismo, debe de haber dos: el ‘yo’ y el ‘mí mismo’ con el que yo no puedo vivir. Quizás pensé, “solo uno de los dos es real”.

“Esta extraña revelación me aturdió tanto que mi mente se detuvo. Estaba completamente consciente, pero no había más pensamientos. Después me sentí arrastrado hacia lo que parecía un vórtice de energía. Al principio era un movimiento lento y después se aceleró. Me sobrecogió un intenso temor y mi cuerpo empezó temblar. “Oí las palabras ‘no te resistas a nada’ como si fueran pronunciadas dentro de mi pecho. Sentía como si me arrastrara a un vacío. Sentía que el vacío estaba dentro de mí en lugar de afuera. De repente, ya no sentí más miedo y me dejé caer en aquel vacío. No recuerdo que pasó después.”

“Me despertó el canto de un pájaro en la ventana. Nunca había oído un sonido así antes. Mis ojos aún estaban cerrados y vi la imagen de un diamante precioso. Si, si, un diamante que pudiera producir un sonido, sería así. Abrí mis ojos. La primera luz del amanecer se filtraba por las cortinas. Sin ningún pensamiento, sentía, sabía que hay mucho más en la luz que aquello de lo que nos damos cuenta. Aquella suave luminosidad filtrándose a través de las cortinas era el amor mismo. Mis ojos se llenaron de lagrimas. Me levanté y caminé por la habitación. La reconocía y sin embargo sabía que antes no la había visto verdaderamente. Todo era fresco y prístino, como si acabara de nacer. Tomé cosas, un lápiz, una botella vacía, maravillándome ante la belleza y la vividez de todo.”

“Aquel día caminé por la ciudad en total asombro por el milagro de la vida sobre la tierra, como si acabara de nacer a este mundo.”

“En los cinco meses siguientes viví un profundo estado de paz y embelesamiento ininterrumpidos. Después esta condición disminuyó algo en intensidad o quizá se volvió mi estado natural. Podía funcionar todavía en el mundo, aunque me daba cuenta de que nada de lo que hiciera podría añadir algo a lo que ya tenía.”

“Sabía por supuesto, que algo profundamente significativo me había ocurrido, pero no lo entendía en absoluto. Solamente varios años después, luego de haber leído textos espirituales y de haber pasado tiempo con maestros, me di cuenta de que lo que todo el mundo buscaba ya me había ocurrido a mí. Comprendí que la intensa presión del sufrimiento aquella noche debió haber forzado a mi consciencia a retirarse de su identificación con aquel ser infeliz y profundamente temeroso, identificación que es en últimas una ficción de la mente. Esta retirada debió ser tan completa que este ser sufriente y falso se derrumbó inmediatamente, como cuando se quita el tapón a un juguete inflable.”

“Lo que quedó después fue mi verdadera naturaleza como el eterno presente que Yo soy: la consciencia en su estado puro, anterior a la identificación con la forma. Más tarde, aprendí también a entrar en ese reino interior, ajeno al tiempo y a la muerte que había percibido originalmente como un vacío y a permanecer completamente consciente. Viví en estados de arrobamiento y santidad tan indescriptibles que incluso la experiencia original que acabo de describir palidece en comparación. Llego el momento en el que, por un tiempo, no quedó nada de mí en el plano físico. No tenía relaciones, ni empleo, ni hogar, ni identidad socialmente definida. Pase casi dos años sentado en los bancos de los parques en un estado de intenso gozo.”

“Pero incluso las experiencias más bellas vienen y se van. Más fundamental, quizá, que cualquier experiencia, es la corriente subterránea de paz que no me ha abandonado desde entonces. A veces es muy fuerte, casi palpable, y los demás la pueden sentir también. En otras ocasiones, está en alguna parte en el fondo, como una melodía distante.”

“Después, la gente venía ocasionalmente a mí y me decía: ‘Quiero lo que usted tiene ¿Puede dármelo o mostrarme como lograrlo?’ y Yo decía: ‘Usted ya lo tiene, solo que no puede sentirlo porque su mente hace demasiado ruido’. Esta respuesta creció después hasta convertirse en un libro que usted tiene en sus manos.”

“Sin darme cuenta, tenía una identidad externa de nuevo. Me había convertido en un maestro espiritual.”

Esta historia que relata Eckart Tolle te muestra cuanto sufrimos por los juegos del Ego y que en cuanto logramos despertar cortando nuestra identificación con él accedemos a ese espacio de Paz, Armonía y Felicidad que tanto anhelamos y buscamos generalmente en el lugar equivocado, pensando que está afuera o cuando logremos alguna meta.

 ¿Piensas que esta experiencia fue exclusiva de Eckart Tolle?, te voy a transcribir esta otraexperiencia tal como la relata en su libro "Más Allá del Despertar" Jeff Foster[5]:

Hace varios años me embarqué, acicateado por el deseo de escapar del dolor y el sufrimiento de mi vida, en una autentica búsqueda espiritual, pero, entonces no me di cuenta que esa búsqueda estaba alentada por un deseo de escapar del dolor y el sufrimiento que mi resistencia no hacía sino obtener e intensificar…

Todo comenzó un fría y lluviosa tarde de otoño en Oxford mientras paseaba. El cielo estaba oscureciendo y yo me arropaba en mi nuevo abrigo cuando, súbitamente y sin advertencia previa, la búsqueda de algo más se esfumó y, con ella, toda separación y toda soledad… y con la muerte de la separación yo era todo lo que había. Yo era el cielo oscuro, el hombre de mediana edad que paseaba con su perro perdiguero y la anciana menuda que torpemente caminaba con sus botas de agua. Yo era los patos, los cisnes, los gansos y el pájaro de aspecto divertido con cresta roja en el frente. Yo era el encanto otoñal de los árboles y el baro que se me pegaba a los zapatos; yo era todo mi cuerpo, los brazos y las piernas, el torso, el rostro, las manos, los pies, el cuello, el pelo y los genitales. Yo era las goas de lluvia que caían sobre mi cabeza….yo era los árboles empapados… yo era el chapoteo del agua …Entonces fue cuando lo que, durante toda mi vida, me había parecido más normal y corriente, se convirtió  súbitamente en algo tan extraordinario que me pregunté si las cosas no habrían sido siempre tan vivas, claras e intensas… Quizá había sido mi búsqueda vital de lo espectacular y de lo extraordinario la que me había llevado a desconectarme de lo absolutamente ordinario y a perder también contacto, en el mismo movimiento, de lo absolutamente extraordinario.

Y lo absolutamente extraordinario de ese día era que todo estaba empapado de agua y yo no estaba separado de nada; es decir yo no estaba. Como dijo un viejo maestroz el escuchar el sonido de la campana,,No hay yo ni campana, lo único que existe es el tañido., ese día no había “yo” alguno experimentando esa claridad, sólo había claridad, solo el despliegue instante tras instante de lo absolutamente obvio… tampoco había, en ese momento, forma alguna de saber todo eso, porque no había pensamiento que nombrase  nada como “experiencia”. Lo único que había era lo que estaba ocurriendo, sin forma alguna de conocerlo, las palabras llegaron luego.

Y también había la sensción omnipresente de que todo estaba bien, de que todo estaba impregnado de una sensación de paz y ecuanimidad, como si todo fuesen visiones diferentes de esa paz, aparte de la cual nada existía. Yo era la paz…

Si te fijas las experiencias de Eckert Tolle y Jeff Foster son similares, se produjeron súbitamente, en ambos casos se produce la desaparición del cuerpo, la mente y las emociones dando lugar a la unidad de todo.

Hace un par de días mirando Facebook un amigo Pablo Gobi puso en su muro la siguiente reflexión, Gracias Pablo:

Y de pronto la vida te detiene, te “sienta”
porque quiere hablarte y no le hiciste caso.
Y te habla. Te recuerda cosas que tal vez habías olvidado.
Y te abraza, Y en ese abrazo te recuerda que solo viniste a vivir.
No a luchar, ni a ganar, ni a saldar ninguna deuda.

Solo a Vivir




[3] Emilio Carrillo es economista español, ex-vicealcalde de Sevilla y fue profesor en la Universidad de Sevilla. Desempeña un puesto en la Organización Internacional del Trabajo. ha publicado 59 libros Ha dirigido decenas de Cursos, Seminarios y Jornadas y dictado más de 800 conferencias en España, Francia, Italia, Portugal, Reino Unido, la mayor parte de los países de América Latina, Marruecos y Japón. En ellas ha abordado una variada temática: Economía Política, Hacienda Pública, Desarrollo Local, Historia, Filosofía, Espiritualidad y un amplio etcétera. 
[4]Eckart Tolle nació en Lünen, Alemania, el 16 de febrero de 1948. Las enseñanzas de Tolle se enfocan en un despertar espiritual en el que se necesita trascender el estado de conciencia basado en el ego. En 1997 publicó por primera vez su libro “El poder del ahora”. Al comienzo, únicamente se imprimieron 3000 copias en la primera edición y que en el año 2000 era uno de los libros más vendidos según el New York Times. En el 2008 ya había sido traducido del inglés a 33 idiomas. En el año 2005, Tolle publicó “Una nueva Tierra”, que ha figurado entre los más vendidos en New York Times 46 veces. Un mes después de que reconocida presentadora de televisión americana Oprah Winfrey anunciara el libro se vendieron 3,5 millones de copias.
Podes ver la historia completa en este sitio: http://www.aumentandomiautoestima.com/blog/atrayendo-la-vida-sonada-la-historia-de-eckhart-tolle/ 
[5]Jeff Foster (nacido el 30 de julio de 1980) es un autor y maestro espiritual de Inglaterra nació en 1980 en Londres, Inglaterra. [Estudió Astrofísica en la Universidad de Cambridge.  En este momento, se sintió abrumado por sentimientos de desesperación y soledad, lo que eventualmente llevó a una enfermedad física y un colapso personal poco después de la graduación. Estaba convencido de que iba a morir.  Foster regresó a vivir con sus padres, leyendo en busca de alivio de su depresión.  Esto terminó en 2006 en un despertar espiritual al conseguir ver con claridad que lo único que existe es la Unidad. Gracias a la claridad de dicha visión, la vida volvió a ser como siempre había sido: espontánea, prístina, alegre y plenamente viva. En la actualidad, Jeff Foster organiza encuentros y retiros en el Reino Unido y Europa, en los que aborda clara y abiertamente cuestiones como las frustraciones de la búsqueda espiritual, la naturaleza de la mente y la Claridad presente en el centro de todo.