VidaPlena

miércoles, 18 de junio de 2014

Un modelo del universo y nuestra relación con él

En posts anteriores hemos hablado de percepciones y cambio, sincronicidad y por qué funciona, estamos en una nueva era en la que hablamos del cambio de percepción, coherencia global entre otros, donde hay un denominador común a todos estos y es que todo está relacionado con "El Campo" cuántico, la malla que subyace en toda la creación.

En este post quiero hablarte del Universo, fundamentalmente de la concepción Holográfica del Universo, y desde esa óptica comprender en mayor profundidad porque podemos afectar el mismo para lograr nuestros deseos y objetivos.

Si logras entender la estructura y el juego que interactúa entre el Universo y nosotros puedes empezar a moverte fluidamente sin tensión ni ansiedad que es en su mayor parte el hábito diario de nuestra vida.

He tomado como base el excelente artículo que publicara Aimé Michel[1] sobre el mdelo holográfico del universo.

Primeramente quiero definirte que es un Holograma. 

Podríamos definir el holograma de la siguiente manera: El holograma es una fotografía tridimensional realizada sin lente, es decir, sin focalización, para producirlo se sigue el siguiente proceso: 

Una emulsión fotográfica es iluminada simultáneamente por dos haces luminosos proviniendo de una misma fuente luminosa coherente (láser), la una en forma directa, la otra pasando por un objeto al que ilumina y que luego lo difracta. Los dos trayectos de onda forman napas estacionarias de interferencia sobre la placa emulsionada creando un patrón microscópico que se registra y que contiene toda la información tridimensional del objeto.


Te  adjunto unas imágenes para que te resulte más claro












Cuando se ilumina la placa así impresionada, se obtiene una imagen flotante en el espacio que puede ser inspeccionada a su alrededor desde todos los ángulos posibles. El holograma tiene de particular que a partir de un fragmento de la placa, es posible reproducir la imagen total del objeto, por lo que en este proceso se crea una imagen tridimensional donde el Todo está entonces presente en la parte. 

Cuando observamos la placa emulsionada, el registro holográfico aparece ante nuestros ojos como un esquema de ondulaciones totalmente desprovisto de sentido pero, cuando  toma contacto  con  un rayo de luz coherente (laser) se reproduce la imagen en el espacio con toda la similitud de vida que le dan las tres dimensiones.


Al no usar lentes no hay focalización y esto es lo que permite que desde cualquier fragmento del holograma se pueda reconstruirlo en su totalidad, por lo que el holograma tiene cuerpo óptico pero no real. Tal como puedes apreciar en las imágenes siguientes del Mundo,  la frutilla y la espiral de ADN  .











Este fenómeno nos permite una reflexión fascinante sobre nuestra visión del universo.

Desde su aparición, los trabajos relacionados con este tema han suscitado en los diversos medios científicos una avalancha de reacciones positivas o críticas sobre la validez de estas teorías en relación a la emergencia del nuevo paradigma científico: el paradigma holomónico

Quizás nunca hayas escuchado este término por lo que trataré de definírtelo: se denomina ciencia holomónica o ciencia del entero y está asociada al estudio de los sistemas totales donde se vincula ciencia con espiritualidad. El termino holomónico se asocia también a lo holístico, es decir que es simultáneamente intuitivo y racional, científico y artístitico.
  
Volvamos pues al paradigma holomónico. Este paradigma está fundado en la presencia del todo en la parte, en la interdependencia generalizada, en el rol de la coherencia. Karl Pribran[2], neurólogo y neurocirujano, postula lo siguiente:… "Nuestro cerebro construye matemáticamente la realidad interpretando frecuencias que vienen de otra dimensión, dominio de realidad significante, primariamente arquetípica, que transciende el tiempo y el espacio. El cerebro es un holograma interpretando un universo holomónico".

La física teórica ha demostrado que los eventos no pueden ser descriptos en términos mecánicos en los niveles subatómicos. Una cantidad impresionante de investigaciones en diversos laboratorios atestigua que las estructuras cerebrales "ven", "oyen", "gustan", "sienten", y "tocan" por un análisis matemático extremadamente sofisticado de frecuencias temporales y/o espaciales. La inquietante propiedad común al holograma y al cerebro es la distribución de la información a través del sistema. Cada fragmento está codificado a fin de reproducir la información de todo el conjunto.

Fue en 1966 cuando Pribam arribó a esta conclusión al enterarse del descubrimiento del holograma, al que vió de partida como el modelo según el cual el cerebro podía almacenar la memoria: "la imagen no está localizada sino dispersa en el sistema nervioso".

Por otro lado David Bohm postula que el holograma es el punto de partida de una nueva descripción de la realidad: el orden implícito.

La realidad "clásica" está centrada sobre las manifestaciones secundarias, el aspecto explícito de las cosas y no su fuente. Estas apariencias son, si se pudiera decir, extraídas (o más exactamente abstraídas) de un intangible, invisible flujo que no está compuesto de partes, y que no se puede describir sino como "un estado de interconexión inseparable".

Y aquí cabe preguntarse: si el cerebro transforma las secuencias viniendo "de alguna otra parte", de manera matemática, ¿qué es lo que le permite "conocer" esos hologramas? ¿quién los interpreta?

La respuesta: "¿Y si el mundo fuera el holograma?, eso es lo que nos está diciendo la ciencia: el universo es como un holograma, es decir, un ámbito de frecuencias y de potencialidades sustentando la ilusión de algo concreto, coincidente con lo que dice el Bardo Thödol o el LibroTibetanos de los Muertos: "El mundo físico no es un lugar hecho de alguna substancia real y verdaderamente colocado en alguna parte, es solamente un modo de contemplar a Dios"…

Retomemos la frase anterior, el universo es como un holograma, es decir, un ámbito de frecuencias y de potencialidades sustentando la ilusión de algo concreto, un paquete de energía e información, como lo he dicho en los post anteriores, y nosotros interpretamos esa energía generando la ilusión de algo concreto o sea que todo aquello que experimentamos como realidad material nace en un reino invisible que está más allá del tiempo y el espacio, un reino consistente en energía e información.

Por otro lado tenemos que considerar que la ciencia cuántica nos dice que no existe el espacio ni el tiempo por lo que no hay entonces donde buscar las energías que transmiten los "fenómenos parapsicológicos" porque la matriz transciende el tiempo y el espacio.


Este enfoque permite considerar como posible la tradición de los "Registros Akáshicos": todo el saber, el pasado, el futuro, y puede ser que varios otros datos que nos son desconocidos, están almacenados "en alguna parte" y esa parte está fuera de nosotros, en ese caso cabe pensar que está en el campo, como definiera Rupert Sheldrake con sus "Campos Morficos" o "Morfogenéticos",  campos de información de forma, y en ese caso nuestro cerebro actuaría como antena receptora transmisora a la vez que sistema de organización de todas las funciones corporales.

Por lo que tenemos dos conceptos, el de Karl Primbam  "la imagen no está localizada sino dispersa en el sistema nervioso" y el de Rupert Sheldrake con sus definición de Campos Morfogenéticos donde nuestro cerebro actuaría como antena receptora transmisora a la vez que sistema de organización de todas las funciones corporales.


Tengo para mi que hay un poco de las dos cosas, la imagen esta dispersa en el sistema nervioso y ademas en el "campo".

Aimé Michel   dice que… "al observar  los fenómenos de estados de consciencia alterados, que reflejan estados modificados del sistema nervioso, pueden ser considerados en lo sucesivo como debidos a un afinamiento con la matriz invisible que genera la realidad concreta (gracias a ese mismo sistema nervioso)."

"Esto puede hacer posible la interacción con la realidad a un nivel primario, dando origen a la precognición, psicokinesis, sanaciones, distorsión de la duración del tiempo, aprendizaje ultra rápido, etc. Se piensa en las experiencias de "unidad con la consciencia cósmica", en las convicciones de que "la realidad ordinaria es una ilusión".

Después de todo este desarrollo del que soy consciente que no es sencillo de comprender, podemos afirmar con convicción que:

-Aprendemos modificando nuestras conexiones sinápticas en el cerebro.

-Al modificar nuestras conexiones armamos la información de energía que recibimos de nuestros sensores (oídos, tacto, gusto, vista, olfato) como partes de un puzle dando forma a lo que denominamos realidad.

-Esa realidad está condicionada por lo que nosotros creemos que es.

-Si cambiamos nuestra creencia, cambiamos la realidad.

Desde esta concepción toma toda su dimensión la frase:

Cuando cambias la forma de mirar las cosas,
las cosas que miras cambian.


Eduardo Seleson








[1] Aimé Michel, educado con diplomas en psicología y filosofía, se unió a la Radiodifusión Francesa en 1944. (Él había superado con éxito una prueba de acceso para los ingenieros de sonido de estudio en 1943). En 1946, trabajó en el departamento de investigación, por lo que el contacto con Pierre Schaeffer (miembro de la asociación "Trabajo y Cultura" (Travail et Culture), autor de numerosos  articulos  sobre diversos temas.

[2] Karl H. Pribram (nacido el 25 de febrero 1919 en Viena) es un profesor de la Universidad de Georgetown, en los Estados Unidos, y profesor emérito de psicología y psiquiatría de la Universidad de Stanford y profesor distinguido en la Universidad de Radford. [1] Consejo certificada como neurocirujano, Pribram hizo un trabajo pionero en la definición del sistema límbico, la relación de la corteza frontal con el sistema límbico, la "asociación" corteza sensorial específica de los lóbulos parietales y temporales, y la corteza motora clásica de el cerebro humano. Él trabajó con Karl Lashley en el Centro de Primates Yerkes de la que habría de convertirse en el director más tarde. Fue profesor en la Universidad de Yale durante diez años y en la Universidad de Stanford durante treinta años.

Para el público en general, Pribram es mejor conocido por su desarrollo del modelo de cerebro holonómico de la función cognitiva y su contribución a la investigación neurológica permanente en la memoria, las emociones, la motivación y la conciencia. Él está casado con la exitosa escritora estadounidense Katherine Neville.

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