VidaPlena

viernes, 10 de julio de 2015

La Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad

Una de las cosas que por lo general no nos hemos puesto a pensar es ¿Qué es la Vida?.

No sabemos con certeza que es la Vida, tampoco tenemos una definición clara de que es la Libertad y confundimos Felicidad con placer, vivimos tan confundidos y distraídos por todos los estímulos que nos rodean y que nos atrapan en la vorágine que por lo general nos olvidamos que este ámbito nos seduce en la búsqueda exterior de lo que en realidad encontraríamos en nuestro interior.

Decimos se ha jugado la vida, o perdió su vida, etc. etc sin percatarnos que no tenemos una vida, somos una Vida que no tiene principio ni tendrá fin. Vivimos nuestras vidas buscando la Felicidad allá afuera como si fuera una mercancía.

Nos convertimos en esclavos de  nuestros deseos y anhelos, como lo exprese mas arriba confundimos Felicidad con placer, la Felicidad no es algo que puede ser perseguido o comprado como un traje barato, piensa un poco, el placer tiene una permanencia muy corta, si escuchas una música que te da placer este se termina cuando la música finaliza, o si un caramelo te da placer que pasa si te comes la caja entera. La felicidad es muy distinta del placer.

Matthieu Ricard[1] dice:"La felicidad es una forma de ser. El desafío es dejar que esa forma supere a todos los demás estados emocionales"

Se nos invita constantemente a mirar hacia afuera, a consumir con la falsa promesa de que el consume nos dará la felicidad. Así nuestra atención no suele estar puesta en nosotros sino en los otros. Pero ese consumo nos proporciona solo placer, como el mismo Matthieu Ricard nos explica, se consume a sí mismo. Por lo que al final nos queda una sensación de vacío y el deseo de volver a llenarlo adquieriendo algo más (ropa, coches, cellular ultimo modelo, relaciones, etc., etc.) en una secuencia sin fin.

Cuando las cosas de afuera no funcionan o se descontrolan, intentamos desesperadamente controlarlas, pero están fuera de nuestro control. En realidad nuestro control del mundo exterior en el mejor de los casos es limitado y temporal y muchas veces ilusorio, y eso nos hace sufrir aún más.

La felicidad no es una sucesón interminable de placers que terminan por consumirse a sí mismo, sino un estado del ser.

Los humanos somos libres para pensar y ahí reside el problema, pensar en lo que deseamos es lo que se ha salido de control, el dilema es que tratamos de entender el mundo no en término de conciencia sino cuantificando y calificando lo que percibimos como el mundo externo a través de medios científicos y mentales, pensar solo ha llevado a pensar más y a formular más preguntas, anhelamos conocer  el secreto que crea al mundo y orienta nuestro camino considerando que esto está fuera de nosotros, no como una cosa viviente e inherente a nuestra propia naturaleza.

Consideramos que somos seres humanos con experiencias espirituales cuando en verdad  somos seres espirituales con experiencias humanas.

En agosto de 2010 Erik Shmit director ejecutivo de Google en una conferencia dijo:       “ …cada dos días creamos la misma cantidad de información que hemos creado desde los albores de la civilización hasta el año 2003…”, nunca en la historia hemos usado tanto la mente y nunca en la historia ha habido tanta confusión en el planeta.

Se dice que cada vez que pensamos una solución a un problema creamos dos problemas más, ante esto deberíamos preguntarnos : 

¿De qué sirve pensar tanto si no conduce a una mayor felicidad?, ¿Sómos más felices, más ecuánimes, más alegres de tanto pensar ? 

¿o ese pensar más nos desconecta de una experiencia más profunda de la vida?.

Pensar, actuar y hacer deben estar en equilibrio con el Ser, como te dije antes somos seres espirituales con experiencias humanas o si queres, somos Seres humanos, no actos humanos.

Vivimos en tanta confusión que exigimos cambios y queremos al mismo tiempo estabilidad, nos hemos desconectado de la vida en su sentido más profundo, de la ley del cambio mientras nuestras mentes pensantes nos conducen hacia la estabilidad, la seguridad y la pacificación de los sentidos.

Con una fascinación morbosa observamos asesinatos, guerras y catástrofes, constantemente tratamos de ocupar nuestra mente llenándola de información, programas de TV, WhatsApp, facebook, juegos, rompecabezas, etc., nos dejamos influenciar con la corriente de nuevas informaciones y de nuevas formas de pacificar nuestros sentidos, nos asusta el silencio, nos asusta mirar dentro nuestro, nos asusta la Libertad y la soledad, preferimos zambullirnos en el ruido que nos aturde para no encontrarnos.

Como lo expresara el gran poeta Rumi "Somos espíritus atrapados por las condiciones como el sol en el eclipse", podemos decir basandonos en esto que nuestros seres espirituales se bloquean ante los estímulos del entorno, que nos han domesticado desde chicos y nos han enseñado a mirar hacia afuera trasladando el concepto de felicidad al de placer.

La felicidad es un Estado del Ser y aquí surgen dos preguntas:

¿Que forma ese estado del ser?
¿Como lo consigo?

Para compreder esto debemos entender como funcionamos, por lo que voy a repetir lo que escrbí en un post anterior[2].

...Cada vez que tienes un pensamiento, se producen químicos, que hacen que empieces a sentir como piensas, si tienes grandes pensamientos o pensamientos felices, tu cerebro producirá químicos que hará que te sientas bien, en cambio si tus pensamientos son tristes, tu cerebro producirá químicos que hará que te sientas mal.

Por lo que esa cosa inmaterial llamada pensamiento, activa ciertos circuitos de nuestro cerebro que producen químicos que activan el cuerpo para que podamos sentir exactamente de la misma manera que pensamos. 

Nuestro pensamiento se transforma en química en nuestro cerebro y a través de esos químicos llamados neurotransmisores o neurohormonas hacen que nuestro cuerpo empiece a sentir como pensamos, en ese momento (cuando empezamos a sentir como pensamos) el cerebro que esta en constante comunicación con el cuerpo, consulta con el mismo como se siente y al recibir la respuesta del cuerpo refuerza con mayor cantidad de neuropeptidos reforzando ese sentimiento.

Este es el ciclo Pensamiento - Sentimiento - Pensamiento

Por lo que si este pensar, sentir y pensar  se vuelve reiterativo se crea un hábito y por ende un estado del ser...

Para romper este ciclo debemos pensar mejor de lo que sentimos, esto no es fácil si estuvimos realizando este ciclo reiterativo por mucho tiempo, pues en el momento que empezamos a pensar distinto nuestro cerebro produce neurohormonas diferentes creando en las células del cuerpo (acostumbradas a recibir los neuropeptidos anteriores) el síndrome de abstinencia, por lo que para poder cambiar necesitamos ejercitarnos como cuando aprendemos a manejar, repetir y repetir el nuevo pensamiento hasta que este se vuelva automático o sea un hábito.

Dado que nosotros pensamos en forma consciente solo el 5% del tiempo, al volverse ese nuevo pensamiento un hábito pasara a estar presente el 95% del tiempo, por lo que será realidad eso de que cuando cambias la forma de mirar las cosas, las cosas que miras cambian, y por ende empezarás una nueva vida.

Creo que esta rápida explicación te aclaró el concepto.

Ahora bien, Matthieu Ricard hablando de la felicidad continua:  "…para permitir aflorar la compasón y la naturaleza bondadosa que todo ser humano lleva adentro, la ciencia está descubriendo los beneficios de la meditación. Aprender a meditar puede ayudarnos a convivir con una mente más clara y más hábil a la hora de lidiar conb las emociones negativas y fomenter las emociones positivas, pues nuestra mentee s la que traduce las condiciones exteriores en sufrimiento o felicidad…"[3]

Felicidad es un estado del ser interno basado en la paz interior donde descubres la serenidad sin importar los acontecimientos externos y en ese estado del ser sos Libre, ahí está la Libertad pues te liberas de los condicionamientos y preconceptos externos que nos conducenal sufrimiento.

Eduardo Seleson





[1] Matthieu Ricard Científico doctorado en genetica molecular en el Instituto Pateur, hijo de un filósofo ateo, lo dejó todo para convertirse en moje budista.

Considerado el hombre más feliz del mundo según las pruebas realizadas por Richard Davidson, investigador del Laboratorio de Neurociencia Afectivsa de la Universidad de Wisconsin en 2012, quien al estudiar su cerebro, arrojó un nivel de felicidad nunca visto antes.

En una escala donde 0.3 era muy infeliz y -0.3 muy feliz, Ricard registró -0.45. Al meditar, además produce un nivel de ondas gamma (vinculadas a la conciencia, la atencián y el aprendizaje) "nunca antes reportado en la literature de la neurociencia"

[2] Pensamiento – Sentimiento Septiembre 9 de 2013

[3] Fuente: Fasilísimo.com


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