Una de las cosas que por lo general no
nos hemos puesto a pensar es ¿Qué es la Vida?.
No sabemos con certeza que es la Vida,
tampoco tenemos una definición clara de que es la Libertad y confundimos
Felicidad con placer, vivimos tan confundidos y distraídos por todos los
estímulos que nos rodean y que nos atrapan en la vorágine que por lo general
nos olvidamos que este ámbito nos seduce en la búsqueda exterior de lo que en
realidad encontraríamos en nuestro interior.
Decimos se ha jugado la vida, o perdió su
vida, etc. etc sin percatarnos que no tenemos una vida, somos una Vida que no
tiene principio ni tendrá fin. Vivimos nuestras vidas buscando la Felicidad
allá afuera como si fuera una mercancía.
Nos convertimos en esclavos de nuestros deseos y anhelos, como lo exprese
mas arriba confundimos Felicidad con placer, la Felicidad no es algo que puede
ser perseguido o comprado como un traje barato, piensa un poco, el placer tiene
una permanencia muy corta, si escuchas una música que te da placer este se
termina cuando la música finaliza, o si un caramelo te da placer que pasa si te
comes la caja entera. La felicidad es muy distinta del placer.
Matthieu Ricard[1] dice:"La felicidad es una forma
de ser. El desafío es dejar que esa forma supere a todos los demás estados
emocionales"
Se nos invita constantemente a mirar
hacia afuera, a consumir con la falsa promesa de que el consume nos dará la
felicidad. Así nuestra atención no suele estar puesta en nosotros sino en los
otros. Pero ese consumo nos proporciona solo placer, como el mismo Matthieu
Ricard nos explica, se consume a sí mismo. Por lo que al final nos queda una
sensación de vacío y el deseo de volver a llenarlo adquieriendo algo más (ropa,
coches, cellular ultimo modelo, relaciones, etc., etc.) en una secuencia sin
fin.
Cuando las cosas de afuera no funcionan o se
descontrolan, intentamos desesperadamente controlarlas, pero están fuera de
nuestro control. En realidad nuestro control del mundo exterior en el mejor de
los casos es limitado y temporal y muchas veces ilusorio, y eso nos hace sufrir
aún más.
La felicidad no es una sucesón
interminable de placers que terminan por consumirse a sí mismo, sino un estado
del ser.
Los humanos somos libres para pensar y
ahí reside el problema, pensar en lo que deseamos es lo que se ha salido de
control, el dilema es que tratamos de entender el mundo no en término de
conciencia sino cuantificando y calificando lo que percibimos como el mundo
externo a través de medios científicos y mentales, pensar solo ha llevado a
pensar más y a formular más preguntas, anhelamos conocer el secreto que crea al mundo y orienta
nuestro camino considerando que esto está fuera de nosotros, no como una cosa
viviente e inherente a nuestra propia naturaleza.
Consideramos que somos seres humanos con
experiencias espirituales cuando en verdad
somos seres espirituales con experiencias humanas.
En agosto de 2010 Erik Shmit director
ejecutivo de Google en una conferencia dijo: “ …cada dos días creamos la misma
cantidad de información que hemos creado desde los albores de la civilización
hasta el año 2003…”, nunca en la historia hemos usado tanto la mente y nunca en
la historia ha habido tanta confusión en el planeta.
Se dice que cada vez que pensamos una
solución a un problema creamos dos problemas más, ante esto deberíamos
preguntarnos :
¿De qué sirve pensar tanto si no conduce a una mayor felicidad?,
¿Sómos más felices, más ecuánimes, más alegres de tanto pensar ?
¿o ese pensar
más nos desconecta de una experiencia más profunda de la vida?.
Pensar, actuar y hacer deben estar en
equilibrio con el Ser, como te dije antes somos seres espirituales con
experiencias humanas o si queres, somos Seres humanos, no actos humanos.
Vivimos en tanta confusión que exigimos
cambios y queremos al mismo tiempo estabilidad, nos hemos desconectado de la vida
en su sentido más profundo, de la ley del cambio mientras nuestras mentes
pensantes nos conducen hacia la estabilidad, la seguridad y la pacificación de
los sentidos.
Con una fascinación morbosa observamos
asesinatos, guerras y catástrofes, constantemente tratamos de ocupar nuestra
mente llenándola de información, programas de TV, WhatsApp, facebook, juegos,
rompecabezas, etc., nos dejamos influenciar con la corriente de nuevas
informaciones y de nuevas formas de pacificar nuestros sentidos, nos asusta el
silencio, nos asusta mirar dentro nuestro, nos asusta la Libertad y la soledad, preferimos zambullirnos en el ruido
que nos aturde para no encontrarnos.
Como lo expresara el gran poeta Rumi "Somos
espíritus atrapados por las condiciones como el sol en el eclipse", podemos
decir basandonos en esto que nuestros seres espirituales se bloquean ante los
estímulos del entorno, que nos han domesticado desde chicos y nos han enseñado a
mirar hacia afuera trasladando el concepto de felicidad al de placer.
La felicidad es un Estado del Ser y aquí
surgen dos preguntas:
¿Que forma ese estado del ser?
¿Como lo consigo?
Para compreder esto debemos entender como
funcionamos, por lo que voy a repetir lo que escrbí en un post anterior[2].
...Cada vez que tienes un pensamiento, se producen
químicos, que hacen que empieces a sentir como piensas, si tienes grandes
pensamientos o pensamientos felices, tu cerebro producirá químicos que hará que
te sientas bien, en cambio si tus pensamientos son tristes, tu cerebro
producirá químicos que hará que te sientas mal.
Por
lo que esa cosa inmaterial llamada pensamiento, activa ciertos circuitos de
nuestro cerebro que producen químicos que activan el cuerpo para que podamos
sentir exactamente de la misma manera que pensamos.
Nuestro pensamiento se
transforma en química en nuestro cerebro y a través de esos químicos llamados
neurotransmisores o neurohormonas hacen que nuestro cuerpo empiece a sentir
como pensamos, en ese momento (cuando empezamos a sentir como pensamos) el
cerebro que esta en constante comunicación con el cuerpo, consulta con el mismo
como se siente y al recibir la respuesta del cuerpo refuerza con mayor cantidad
de neuropeptidos reforzando ese sentimiento.
Este
es el ciclo Pensamiento - Sentimiento - Pensamiento
Por
lo que si este pensar, sentir y pensar se vuelve reiterativo se crea un
hábito y por ende un estado del ser...
Para
romper este ciclo debemos pensar mejor de lo que sentimos, esto no es fácil si
estuvimos realizando este ciclo reiterativo por mucho tiempo, pues en el
momento que empezamos a pensar distinto nuestro cerebro produce neurohormonas
diferentes creando en las células del cuerpo (acostumbradas a recibir los
neuropeptidos anteriores) el síndrome de abstinencia, por lo que para poder
cambiar necesitamos ejercitarnos como cuando aprendemos a manejar, repetir y
repetir el nuevo pensamiento hasta que este se vuelva automático o sea un
hábito.
Dado
que nosotros pensamos en forma consciente solo el 5% del tiempo, al volverse
ese nuevo pensamiento un hábito pasara a estar presente el 95% del tiempo, por
lo que será realidad eso de que cuando cambias la forma de mirar las cosas, las
cosas que miras cambian, y por ende empezarás una nueva vida.
Creo que esta rápida explicación te
aclaró el concepto.
Ahora bien, Matthieu Ricard
hablando de la felicidad continua:
"…para permitir aflorar la compasón y la naturaleza bondadosa
que todo ser humano lleva adentro, la ciencia está descubriendo los beneficios
de la meditación. Aprender a meditar puede ayudarnos a convivir con una mente
más clara y más hábil a la hora de lidiar conb las emociones negativas y fomenter
las emociones positivas, pues nuestra mentee s la que traduce las condiciones exteriores
en sufrimiento o felicidad…"[3]
Felicidad es un estado del ser interno
basado en la paz interior donde descubres la serenidad sin importar los
acontecimientos externos y en ese estado del ser sos Libre, ahí está la Libertad
pues te liberas de los condicionamientos y preconceptos externos que nos conducenal sufrimiento.
Eduardo Seleson
[1] Matthieu Ricard Científico doctorado en genetica molecular en el
Instituto Pateur, hijo de un filósofo ateo, lo dejó todo para convertirse en
moje budista.
Considerado el hombre más feliz del mundo
según las pruebas realizadas por Richard Davidson, investigador del Laboratorio
de Neurociencia Afectivsa de la Universidad de Wisconsin en 2012, quien al estudiar
su cerebro, arrojó un nivel de felicidad nunca visto antes.
En una escala donde 0.3 era muy infeliz y
-0.3 muy feliz, Ricard registró -0.45. Al meditar, además produce un nivel de
ondas gamma (vinculadas a la conciencia, la atencián y el aprendizaje)
"nunca antes reportado en la literature de la neurociencia"
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