Quizás
cuando leíste el titulo de este post pensaste que te iba a hablar de Acuario, o
quizás pensaste que te hablaría de este nuevo año. No es de esto que quiero
tocar en este post, el mismo es mucho más abarcativo, la era a la que quiero
referirme es la que concierne a la percepción.
Estamos
en una nueva era, en la que nos enfrentamos a una crisis de percepción que nos
lleva a un cambio de paradigma de perspectiva mundial.
Se
habla mucho de paradigma y a veces creemos entender a que se refiere el término
por lo que antes de continuar te voy a definir que es un paradigma, este
término se refiere a como la sociedad global percibe lo que denomina realidad,
desde esta perspectiva la crisis se refiere a la forma como percibimos la
realidad y un cambio en la realidad misma. Aquí tiene que ver nuestras
creencias sobre la realidad, en este punto nuestro cerebro y nuestros
condicionamientos tienen un papel importante.
Lo
que llamamos realidad, se estructura en base a nuestras experiencias
sensoriales. Solemos decir "ver para creer", y existe si
"se puede tocar", y la crisis de percepción de hoy, viene de la duda
de que esto sea así, para comprender esto podemos tomar el ejemplo de cómo se
entrenan los elefantes en la India.
Cuando
el elefante es bebé se le ata en una pata una pequeña cuerda a una planta
durante varias semanas. Cuando el elefante crece, se le ata con una cuerda similar
a la original, éste no podrá escapar. Los psicólogos conocen a este
fenómeno como "compromiso cognoscitivo prematuro", es un
compromiso que hacemos con nuestro cuerpo/mente que, al final termina
estructurando nuestra realidad, un condicionamiento.
Tú no tienes un
elefante para probar pero puedes hacer este otro experimento. Toma un par de
moscas y mételas en un frasco, cierra la tapa por unos 15 minutos y luego
ábrela, veras que ninguna sale pues han establecido los limites de su lugar
dentro del frasco.
Así,
lo que nos enseñaron a ver en nuestra niñez, es lo que conforma el programa
base con el que vemos nuestra realidad actual; lo que no nos dijeron que
existe, entonces, no es real para nosotros…
Aquí
debemos entender cómo funciona nuestro sistema nervioso, este se desarrolla
como respuesta a los estímulos nerviosos, esto crea una percepción del
mundo, y esto estructura un sistema de creencias
El
sistema de creencias, se va formando porque aprendes mediante los sentidos,
ver, tocar, oler, oír, gustar; luego, el sistema nervioso, refuerza por
repetición el sistema de creencias.
Nuestro
sistema nervioso, ha sido programado para captar solo un fragmento de la
realidad. Podemos decir que, el dicho "ver para creer", es al
revés, "creer para ver"; por ello es que si no se cree en algo, no se
puede ver.
Lo
que percibimos, no es exactamente la realidad , no es el aspecto real del mundo, sino nuestra interpretación,
nuestra manera de mirarlo.
El
Dr. Miguel Ruiz[1] en su libro “Los cuatro acuerdos- un libro de la Sabiduría
Tolteca” dice: “…Lo que ves y escuchas ahora mismo no es
más que un sueño. En este mismo momento estás soñando. Sueñas con el cerebro
despierto… Soñar es la función principal de la mente, y la mente sueña
veinticuatro horas al día. Sueña cuando el cerebro está despierto y también
cuando está dormido. La diferencia estriba en que, cuando el cerebro está
despierto, hay un marco material que nos hace percibir las cosas en forma
lineal. Cuando dormimos no tenemos ese marco, y el sueño tiende a cambiar
constantemente…
…Los
seres humanos soñamos todo el tiempo… Antes de que naciéramos, aquellos que nos
precedieron crearon un enorme sueño externo que llamaremos el sueño de la
sociedad o el sueño del planeta. El sueño del planeta es el sueño colectivo
hecho de miles de millones de sueños más pequeños que, unidos, crean un sueño
de la familia, un sueño de una comunidad, un sueño de un país y finalmente, un
sueño de toda la humanidad. El sueño del planeta incluye las reglas de la
sociedad, sus creencias, sus leyes, sus religiones, sus diferentes culturas y
maneras de ser, sus escuelas, sus gobiernos, sus acontecimientos sociales y sus
celebraciones…”
El Dr. Miguel Ruiz al hablar del
sueño se refiere a los paradigmas que están en vigencia al momento que nacemos
y que son los que la familia, escuela, sociedad nos enseñan, y esa enseñanza
hace que percibamos el mundo de determinada manera.
Pues bien aquellos que hemos
nacido hace más de veinte años hemos sido enseñados con paradigmas que en este momento estaban vigentes y que
hoy están en crisis, esos paradigmas son los que el Dr. Deepak Chopra denomina “El Mito
del Materialismo”.
Como
te dije más arriba estamos en una nueva era, en la que nos enfrentamos a una
crisis de percepción que nos lleva a un cambio de paradigma de
perspectiva mundial.
Por
otro lado se sabe que la percepción de la realidad cambia según las diferentes
especies de animales o insectos, el perro, puede oler y oír sonidos que no
captamos los humanos, una serpiente, siente su medio más en infrarrojo, el
murciélago se orienta en su vuelo a través del eco del ultrasonido, las abejas,
no perciben los colores como nosotros, pero pueden ver el ultravioleta, la
abeja no ve la flor, sino la miel a distancia.
Y
aquí aparece la pregunta: ¿cuál es el verdadero aspecto, la verdadera textura,
el verdadero sonido?. La respuesta es que hay infinitas
posibilidades coexistiendo al mismo tiempo, nosotros estructuramos la realidad
perceptual.
Todo
lo creamos mediante nuestra interacción.
Todo
lo creamos mediante nuestra creencia.
Por
lo que en lugar de “ver para creer”, en este nuevo paradigma la
sentencia es “creer para ver”.
Y
aquí te quiero comentar lo que los hombres de ciencia en la actualidad bajo el
paraguas de este nuevo paradigma afirman que todo lo que
percibimos, proviene de cuatro fuerzas básicas del Universo: la gravedad,
que hace que el mundo gire y mantiene unido al planeta; la electricidad,
que produce luz, calor, etc.; el magnetismo, que hace que funcione el
televisor y demás cosas tecnológicas modernas; y la gran fuerza que
mantiene unido el núcleo del átomo y es una fuerza tan grande, que da
la impresión que en verdad existe la materia, esta fuerza es responsable entre
otras cosas de la radiactividad y la transmutación de los elementos.
Sostienen
que estas cuatro fuerzas, provienen de una única fuerza dentro de la naturaleza
y la llaman "Campo Unificado" y nosotros también somos
parte de ese campo, porque ese campo es todo lo que hay.
Quizás
te resulte difícil asimilar este concepto, pero a poco que te adentres en este
paradigma en forma consciente veras que esta afirmación es la acertada.
Siguiendo
esta línea de pensamiento ellos dicen que el espacio, el tiempo, todo lo que
llamamos universo material, se encuentra estructurado como resultado de la
fragmentación y expresión de estas fuerzas naturales denominando a este proceso
"fragmentación simétrica", y su expresión es lo que llamamos "objetos
materiales", separados unos de otros en un espacio, en un tiempo. Pero en
realidad, lo que experimentamos como materia, es algo que sólo sucede en la
consciencia.
Por
lo que te repito la frase que puse más arriba: …por lo que en lugar de “ver
para creer”, en este nuevo paradigma la sentencia es “creer para ver”.
Como conclusión a todo lo
expuesto los científicos indican que todo el mundo exterior, se compone
simplemente de campos energéticos, y estos son en realidad, un solo campo.
El espacio y el tiempo, también
son parte de este campo energético. De alguna manera, este campo se fragmenta
mediante la percepción. Podemos convertir este campo energético en experiencia
de sonido, gusto, forma, color, etc. Luego, el proceso de rotulado, se lleva a
cabo en nuestra propia consciencia, y a partir de este campo, tenemos el mundo
material que percibimos. Pero realmente, el exterior no es así. Sólo
es así dentro de nuestra mente.
El viejo paradigma, está basado en experiencias sensoriales, dice que existe en
el exterior un mundo objetivo, que es indiferente del que lo percibe, que está
compuesto, al igual que los seres humanos, de trozos de materia separados unos
de otros en el espacio y en el tiempo.
El
nuevo paradigma dice, que el mundo no es material, que está compuesto de campos
energéticos, que provienen de un campo inmanifiesto subyacente. El espacio y el
tiempo, son parte de este campo. En el nuevo paradigma, la mente y la materia,
son esencialmente lo mismo; la experimentación del campo, subjetivamente,
consiste en la mente, y objetivamente, en el mundo de los objetos materiales.
En
el viejo paradigma, la mente está atrapada en el cerebro, la inteligencia se
localiza en el sistema nervioso, en el cuerpo.
En
el nuevo paradigma, la mente no está atrapada en el cerebro, ni siquiera en el cuerpo,
se extiende más allá del alcance del cosmos. Es infinita, sin límites. La
inteligencia no se puede localizar, sólo sus expresiones. Se pueden encontrar
expresiones en formas y fenómenos localizados, pero todo el Universo, está
dentro de ese campo inteligente.
Este
nuevo paradigma, significa un cambio muy importante. La idea, cuando recién
aparece, no se encuentra localizada, está en todas partes. Ahora
sabemos que cualquier valor de atención que tengamos de cualquier cosa, está en
todos lados simultáneamente. Así es como creamos nuestra experiencia del mundo.
El
mundo físico que experimentamos en este momento, es el resultado de la
consciencia colectiva. Si la cambiamos, también cambiará el mundo.
Muchos
estudios demuestran que, cuando grandes grupos de personas llegan a este nivel
y lo trascienden juntos, el entorno físico, comienza a cambiar, porque somos parte
de una filosofía cósmica. Si nuestra mente cambia, cambia también la mente
global. Porque nosotros somos eso, somos parte de este campo.
Podemos
decir entonces que, la consciencia no es el
Hiperfenómeno
de la materia, sino todo lo contrario:
la
materia es el hiperfenómeno de la consciencia.
Nosotros,
como sucesos cuánticos en un campo unificado, somos inteligencia que
aprendieron a crear todo este Universo; y, por lo tanto, nosotros como seres
humanos, no estamos contenidos en nosotros mismos, sino que, somos en realidad
puntos focales en el campo unificado, interconectados (sin solución de
continuidad) con los patrones de inteligencia que atraviesan todo el
cosmos.
Es
tal esa relación, que nuestros cuerpos no poseen límites definidos, no estamos
separados. Nuestras necesidades no son por lo tanto, totalmente
interdependientes.
Somos
un modelo cambiante, pulsante, de todo el proceso. Nuestro cuerpo es parte del
cuerpo universal.
Como
dice el Ayurveda "Así como es el átomo, así es el Universo",
"Así como es el microcosmos, es el macrocosmos", "Así como es
arriba, es abajo", etc.
El
tiempo no existe, sólo existe la eternidad. Nosotros creamos el tiempo como
resultado de nuestra percepción de cambio. Metabolizamos nuestra experiencia
del tiempo como cambios fisiológicos.
La
entropía y el envejecimiento son expresiones de la metabolización del tiempo.
El modo en que metabolizamos el tiempo, provoca la biología del envejecimiento.
"Si
nuestra atención está sobre lo relativo, todo el tiempo
experimentamos
cambio. Si nuestra atención está siempre sobre lo
absoluto,
entonces lo relativo, sólo va y viene; pero no
experimentamos
esa entidad". Maharishi[2].
Si
pudiéramos conocer esto mediante la experiencia y no solo intelectualmente,
entonces, desaparecerían todos nuestros problemas porque nos daríamos cuenta,
que no somos seres humanos con experiencias espirituales ocasionales, sino que,
en verdad, somos seres espirituales, con experiencias humanas ocasionales. Y
este cambio básico de percepción, cambiaría completamente nuestra manera de
interactuar entre nosotros, cambiaría todo nuestro Universo y cómo lo
experimentamos.
Eduardo
Seleson
[1] Miguel Ángel Ruiz (nacido en 1952) es un autor mexicano de textos espiritualistas neochamanísticos, influido por Carlos Castaneda. Su más famosa e influyente obra es Los Cuatro Acuerdos, fue publicado en 1997y ha vendido cerca de 4 millones de ejemplares.
[2]Maharishi Mahesh Yogui (Yabalpur 12 de enero 1917- Vlodrop 5 de febrero 2008) (Yabalpur, 12 de enero de 1917 fue el seudónimo de Mahesh Prasad Varma, gurú religioso de la India, fundador del movimiento Meditaci[on Trascendental con presencia en numerosos países de America, Europa y Asia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario