VidaPlena

lunes, 24 de febrero de 2014

COMO EMPEZAR, MANTENER Y TERMINAR UN DÍA EXCELENTE

En mi post anterior "Para aquellos que quieran cambiar" he   incluido algunas reflexiones del Maestro Dogen que te permiten profundizar en la senda espiritual.

Hoy quiero darte algunas herramientas para que al practicarlas puedas comenzar el día con energía y entusiasmo.

Normalmente cuando nos despertamos por la mañana inmediatamente nos levantamos comenzando la rutina de asearnos y luego nos vestimos y desayunamos, quizás mirando la tele, o escuchando las noticias – que por regla general nos hablan de accidentes, catástrofes, etc.- como esto lo hacemos en forma automática nos parece normal, pero, si prestamos atención vemos como nos cargamos de tensión.

Aunque no notemos esa tensión por la costumbre de la rutina, se consciente de que  este hábito nos debilita energéticamente, en lugar de eso te propongo que:

Te Tomes 2 minutos al despertarte para conectarte con tu respiración. Inhalando en cuatro tiempos y exhalando en seis tiempos por nuestras fosas nasales, di mentalmente cuando inspiras "Soo"  llevando todo el aire y la atención al abdomen y "Ham o Jam" cuando espiras. 

La práctica de la respiración consiente aquieta nuestros pensamientos, disminuye la ansiedad y el estrés y nos predispone mejor para empezar el día con otra energía,

Luego agradece mentalmente todo lo que tienes y visualiza el día que quieres tener.

La gratitud nos conecta con una mejor frecuencia vibratoria, ya que lleva nuestra atención a lo que tenemos y no a lo que nos falta.

Cuando empieces a hacer estas dos cosas, comienza de a poco, tomate como hábito quedarte unos minutitos en la cama después de las respiraciones. Esta es una  práctica gratificante y hay que disfrutarla. Repítela durante el día si notas que te invade alguna emoción desagradable.

Comenzando con esta práctica verás que empiezas lleno de energía y buen ánimo.

Si quieres profundizar un poco más puedes armarte un lugar que consideres  propio para conectarte contigo donde los aromas y la música  predispongan tus sentidos en esa dirección, pues armar un lugar de relajación en casa para estar unos minutos por día ayuda a silenciar nuestros pensamientos, y hace que, con la práctica, nuestra mente se acostumbre a esta modalidad. Con el correr de los días conseguirás cada vez mayor rapidez conseguir quietud a través de diferentes estímulos.

Con estas pequeñas acciones, que te llevarán un par de minutos puedes comenzar en muy buena forma tu día.

Tú puedes decirme, mira: me levanto a las 4 de la mañana  para ir a trabajar y no tengo tiempo que perder, pero si te tomas 7 u 8 minutos para esto, no es tanto y el beneficio que vas a obtener es mucho.

La idea es que lo que hagamos sea consciente, cuando por lo general todo lo que hacemos, y sobre todo en las rutinas es automático y no lo notamos.

Bueno,  con esto como te dije antes comenzaremos mejor el día, pero, siempre hay un  pero, ¿Qué pasa con nuestros pensamientos?

Cuidado con los pensamientos.

Tener nuestra mente ocupada con pensamientos que van del pasado al futuro sin control, genera turbulencia y dispara emociones relacionadas con esas escenas imaginadas, generando un gran desgaste energético.

Por eso es importante estar atentos a lo que pensamos: cuando empezamos la auto-observación nos corregimos, llevándonos al presente, consiguiendo orden mental y armonía. Si no hacemos esto probablemente  terminemos agotados y contracturados de tanto pensar.

Es importante estar atentos a las conversaciones internas y externas. Hablar de temas desagradables constantemente, criticar, contar problemas, relatar un hecho desagradable reiteradas veces, enfocarnos en los temas negativos, hace que nuestra energía disminuya. Y esto es así tanto en conversaciones con terceros como en nuestros diálogos mentales. No te hagas eso, mantente atento para corregirte y córrete cuando detectas que entras en esos circuitos de comunicación negativa.

 A lo largo del día pregúntate cómo te sentís.

Si estás angustiado, si tienes miedo o ansiedad, qué tipo de pensamientos te atraviesan, cómo está tu cuerpo, si estás sintiendo una preocupación por algo real o estás imaginando situaciones. Si no te sentís bien, haz unas respiraciones como al empezar la mañana para soltar y relajarte.

Cuando tengas que tomar una decisión, trata de ver si tu registro interno coincide con lo que piensas; es decir, si están en sintonía lo que sentís con lo que vas a hacer. Muchas veces pensamos que debemos hacer tal cosa, sentimos que no tenemos ganas y lo terminamos haciendo a costa nuestra, generándonos tensión y disconformidad.

Esta incongruencia entre el pensar, sentir y hacer genera conflicto y se traduce en pérdida de energía. Si nuestro pensar, nuestro sentir y nuestro cuerpo están de acuerdo, ¡ADELANTE!

Durante el día generalmente realizamos rutinas, en casa y en el trabajo, para que esas acciones no se conviertan en algo rutinario y por lo tanto frustrante cambia la forma de ver la rutinas, velas como algo creativo convirtiéndolas en rituales, por ejemplo cuando desayunes presta atención a lo que estás haciendo en lugar de a las noticias (de cualquier forma te enteraras después), cuando viajes aprovecha el tiempo para escuchar música meditativa y relajante, camina mirando la naturaleza o repitiendo afirmaciones, imagina en los tiempos de espera sueños que me gustaría concretar...

Siempre piensa lo mejor.

Por regla general nuestro pensamiento anticipa en forma negativa, llenándonos de miedo, ansiedad y tensión, pero si tomas en cuenta que cuando cambias la forma de mirar las cosas, las cosas que miras cambian, antes de emprender una acción, piensa que el resultado va a ser bueno para predisponerte bien energéticamente y por ultimo siempre piensa desde el final, vete rodeado de lo que quieres lograr y agradece que ya lo tienes, no te distraigas en detalles eso déjaselo al universo que se  encargará.

Pregúntate  ¿Qué puedo hacer hoy, por pequeño que sea, para empezar a cambiar aquello que no me gusta, tanto en lo personal como en lo social?

Sé consiente de la energía que eres. Sé consciente que nuestro cuerpo físico, mental y emocional es energía que interactúa todo el tiempo, que el poder de nuestras palabras y de nuestros pensamientos lleva una carga energética capaz de modificar la estructura cristalina del agua[1] , y si nuestro pensamiento puede cambiar la estructura del agua que nos hará a nosotros que somos 75% de agua.

Cuando te tornes consciente de tu poder energético utiliza esta energía para trasformar tu presente, recordando que lo que damos es lo que recibimos. Una sonrisa, una mirada amorosa, un gracias, un perdón, un buen gesto, lindas palabras contribuyen a mejorar tu energía y la del ambiente, recuerda que la ciencia ha demostrado que la Matriz Divina, el Campo, la Mente de Dios o como quieras llamarlo responde como espejo a nuestras emociones.

Hablando de emociones, cuando hay algo que ves que te molesta pregúntate qué te está mostrando ¿Qué veo en mí que me molesta? ¿Qué puedo aprender de esto?

El notar el cambio en cómo nos sentimos con estos ajustes pequeños, nos va a dar impulso para estar atentos y salir de las discusiones, de las críticas y de los espacios negativos con facilidad. Con la práctica, "soltar" se hace un acto simple.

Al finalizar el día, antes de dormir, enfócate en lindos pensamientos,  agradece por todo y nuevamente, repetí ciclos respiratorios para renovar la energía y obtener un buen descanso.

Ten presente que cada segundo tomamos decisiones y que estas pueden estar a favor o en contra de nuestros deseos, escucharte te ayudará a decidir y a lograr que los resultados te beneficien. 

Recordá que siempre "somos creadores de realidades" y que el amor todo lo puede.

Eduardo Seleson




[1]  Ver El lenguaje del Agua de Nasaru Emoto http://www.youtube.com/watch?v=u1ylbczYAes

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