VidaPlena

domingo, 28 de enero de 2018

Pensamiento y Emociones


Muchas veces nos preguntamos, ¿Por qué ante determinadas situaciones tengo esta sensación? 

También confundimos sentimientos con emociones, por lo primero que quiero es que comprendamos es que es la emoción y qué el sentimiento, para después ver qué relación existe con los pensamientos.

El término emoción viene del latín emotĭo, que significa "movimiento o impulso", "aquello que te mueve hacia".

Las emociones son reacciones psico-fisio-biológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso o recuerdo importante.

La emoción es un conjunto complejo de respuestas químicas y neuronales que forman un patrón de comportamiento.

Estas respuestas son producidas por el cerebro cuando detecta un estímulo emocional, es decir, cuando el objeto o acontecimiento, real o rememorado mentalmente, desencadena una emoción y las repuestas automáticas correspondientes.

Las respuesta proviene tanto de los mecanismos innatos del cerebro (emociones primarias) como de los recuerdos de conductas aprendidas a lo largo del tiempo (emociones secundarias).

Los sentimientos, en cambio, son la evaluación consciente que hacemos de la percepción de nuestro estado corporal durante una respuesta emocional.

Los sentimientos son conscientes, objetos mentales como aquellos que desencadenaron la emoción (imágenes, sonidos, percepciones físicas…).

Las emociones que no se perciben como sentimientos son inconscientes y, sin embargo, pueden tener efecto sobre nuestras conductas.

Psicológicamente las emociones alteran la atención, hacen subir de rango ciertas conductas guía de respuestas del individuo y activan redes asociativas relevantes en la memoria.

Las emociones juegan un papel enorme en la vida de cada persona.

Pueden permitirnos estar plenos y felices o hundirnos en la depresión, pueden mantenernos sanos o enfermar, por eso es sumamente importante poder subordinar las emociones a nuestra voluntad.

Necesitamos controlar nuestras emociones y cómo influyen en ellas las emociones de los demás.

El hecho es que ambos son igualmente importantes. Y no importa en absoluto en qué situación o en qué intervalo de tiempo te encuentres en este momento.

Las emociones son inseparables del hombre, están siempre dentro de él, y determinan casi cada paso de una persona.

Durante la toma de decisiones, la mayoría de las personas, son guiadas por las emociones, y no por pensamientos serenos.

Por lo tanto, es necesario reemplazar una emoción con otra, y cuando eso ocurre, la persona cambiará inmediatamente su decisión. Este es un conocimiento muy importante que todos deben aprender y si lo sabes manejar podrías obtener grandes beneficios.

Quisiera ahora tomar un pequeño aparte y que analicemos nuestro diálogo interno.
Pero, ¿Qué es el diálogo interno?

El diálogo interno no son más que las conversaciones que mantenemos con nosotros mismos, lo que nos decimos y cómo nos lo decimos.

Los interlocutores de nuestro diálogo interno son nuestros pensamientos y sentimientos más profundos y tiene un gran impacto en nuestras vidas, ya que definen la relación que tenemos con nosotros mismos, con el resto del mundo y la forma cómo afrontamos y actuamos frente a situaciones del día a día o en aquello puntual que queremos conseguir.

Todos tenemos un diálogo interno constante y permanente en nuestra mente, aunque no nos demos cuenta de ello. 

Por eso es muy importante la calidad de lo que nos decimos. Es una de las formas más poderosas para modificar la forma de ver y sentir lo que nos sucede y la imagen que tenemos de nosotros mismos y del mundo.

La mente y el cuerpo reaccionan frente a lo que nos decimos: los pensamientos producen sentimientos, los sentimientos emociones, las emociones acciones, y las acciones reacciones. Esto es muy importante a tener en cuenta pues las cosas que te dices influyen en tus reacciones pues nuestro diálogo interno es  permanente y tiene esta característica:

Nos hablamos, nos contamos historias, nos recriminamos, nos juzgamos y nos condenamos.

Buscamos aprobación y nos enojamos si no la conseguimos. ¿Para qué? ... Para sufrir, esa es nuestra zona de confort.

A grandes rasgos, cuando sufrimos estamos en la zona conocida, en nuestra zona segura, en nuestra zona de confort.

Por lo general esas historias, reales o imaginarias nos generan estrés,  y me gustaría que tengas una nueva visión sobre el estrés:

Considera esta afirmación:  

El Sufrimiento tiene otro nombre que se llama Estrés
En el Estrés la persona no es feliz
El Estrés tiene: 
 
Alarma
Resistencia
Agotamiento

Por lo que ante una situación de estrés aguantamos todo lo que podemos pero la carga (la percepción de esa situación estresante) se vuelve cada vez más pesada  hasta que la resistencia que aplicamos a mantener la carga nos agota y genera un síntoma y que en caso de mantenerse en el tiempo termina en enfermedad.

Nuestra percepción genera conductas y hábitos, síntomas psicológicos y físicos y conducen a la larga a la enfermedad.

Te repito:... El Estrés es una relación entre Cargas vs. Resistencia.

Si el estrés persiste la carga termina venciendo a la resistencia y nos agota y nos genera un síntoma que para cada uno de nosotros es diferente. Podrías preguntarme: ¿Cuáles pueden ser los sintomas? a lo que el Dr. Daniel Lopez Rosetti[1] dice: ...dolor de cabeza, miedo, insonmio, dolores musculares, alteración en la concentración, alteración del juicio, fallas de la memoria, acidez gástrica, palpitaciones, etc...., y si no compensas el estrés termina en enfermedad... y continúa:

...el tratamiento del estrés se aborda desde los siguientes aspectos:
  •  un aspecto médico: diagnostico, tratmientos,  medicación ...
  •  un aspecto psicológico: análisis psicológico -conductual - congnitivas ...
  • la frontera final del manejo del estrés es la filosofía con la cual abrodamos la vida, abordamos nuestros proyectos en definitiva abordamos nuestra realidad ....
Quiero llamarte la atención a la última frase: 

Lo más importante del tratamiento del Estrés es la filosofía con la cual abordamos la vida.

Tenemos que mirarnos y analizar cómo es nuestro diálogo interno:

Primero pensemos en cualquier situación real, algún objetivo que deseemos, por ejemplo, mejorar nuestra salud, adelgazar, no hacerme más problemas, etc.

Y acto seguido analicémoslo en relación a lo que hemos pensado:

¿Qué pensamientos son los más recurrentes en nuestra cabeza al respecto de nuestro objetivo?

¿Qué nos decimos de nosotros mismos?

¿Es un diálogo positivo o negativo?

Hay muchas más preguntas que nos podríams hacer.

Ahora bien, como te lo conté en posts anteriores, la física cuántica nos dice y te lo he mencionado en varios post anteriores, que:

el universo está esperando saber lo que piensas y crees para presentartelo y darte la razón y existen infinitas posibilidades en el campo cuántico que nos están esperando como posibilidad para cada persona, y que el medio que nos rodea es una extensión de nuestra mente, por lo que la siguiente pregunta sería:

Si esto es cierto y cambiamos nuestra mente, a través de pensar distinto, ¿no debería aparecer algo distinto en nuestra vida?, 

entonces

 ¿porqué siempre nos pasa lo mismo? el mismo trabajo, los mismos "problemas", las mismas situaciones, las misnas tristezas,  los mismos síntomas...

¿no será que siempre pensamos lo mismo? y si siempre pensamos lo mismo ¿no es loco esperar que las cosas cambien? 

Ten en cuenta que:

"Cuando cambias la forma de mirar las cosas,
las cosas que miras cambian"

Cada vez que tienes un pensamiento, se producen químicos, que hacen que empieces a sentir como piensas, si tienes grandes pensamientos o pensamientos felices, tu cerebro producirá químicos que hará que te sientas bien, en cambio si tus pensamientos son tristes, tu cerebro producirá químicos que hará que te sientas mal.

Por lo que esa cosa inmaterial llamada pensamiento, activa ciertos circuitos de nuestro cerebro que producen químicos que activan el cuerpo para que podamos sentir exactamente de la misma manera que pensamos.

Nuestro pensamiento se transforma en química en nuestro cerebro y a través de esos químicos llamados neurotransmisores o neurohormonas hacen que nuestro cuerpo empiece a sentir como pensamos, en ese momento (cuando empezamos a sentir como pensamos) el cerebro que está en constante comunicación con el cuerpo, consulta con el mismo cómo se siente y al recibir la respuesta del cuerpo refuerza con mayor cantidad de Neuropéptidos reforzando ese sentimiento.

Bien, en esta pequeña introducción al tema quiero contarte sobre un químico, un neurotransmisor llamado la Hormona del Humor y cómo generarlo para que te ayude a aumentar tu potencial inmunológico.

Esta hormona se denomina Serotonina y es un neurotransmisor que juega un papel importante en la inhibición de la ira, la agresión, la temperatura corporal, el humor el sueño, el vómito, la sexualidad y el apetito e interviene en los parámetros de densidad y está muy relacionada con la dopamina y la noradrenalina que actúan sobre la angustia, la ansiedad, el miedo la agresividad.

Su función es fundamentalmente inhibitoria, ejerce influencia sobre el sueño, las emociones, los estados depresivos, afecta el funcionamiento vascular, la frecuencia del ritmo cardiaco, regula la secreción de hormonas, como la del crecimiento.

Los bajos niveles de serotonina en las personas con fibromialgia explican en parte el porqué de los dolores y los problemas para dormir, también están asociados a efectos de agresión, depresión y ansiedad e incluso las migrañas.

La serotonina se distribuye por todo el organismo y que ejerce una gran influencia sobre el sistema psiconervioso.

Wine Dyer comentaba en una conferencia que dio hace mucho[1] lo siguiente: … “Hay unos estudios fascinantes sobre la serotonina, es un neurotransmisor que se produce en el cerebro.”

“Cuanta más tenemos mejor nos sentimos, nos da una sensación de bienestar."
 "Esta sensación es lo que los antidepresivos estimulan. Estos fármacos están concebidos para estimular la secreción de serotonina.”

“Según un estudio que se realizó hace un par de años, toda persona que es objeto de un acto de bondad ve incrementado su nivel de serotonina solo por eso, además su sistema inmunológico se fortalece por haber recibido esa dosis de bondad.”

“En segundo lugar toda persona que realiza un acto de bondad, cualquier acto de bondad, sobre todo hacia tus seres más próximos, o desconocidos, dirigiéndoles una sonrisa, o un acto de ayuda, o un acto generoso, los niveles de serotonina crecen en esa persona.”
“En la misma medida que aumentan en el receptor, y su sistema inmunológico se fortalece. Quieres que su sistema inmunológico se fortalezca, se amable.”

“Pero hay más, el observador de un acto de bondad ve incrementado su nivel de serotonina y su sistema inmunológico por el solo hecho de encontrarse dentro del campo de energía de alguien que realiza ese acto de bondad. Ver una persona que es amable con otra es como recibir una dosis de antidepresivos, como una descarga de serotonina.”

Recuerda
Se amable y verás incrementado
tu bienestar en general y
 tu sistema inmunológico en particular



[1] El Dr. Daniel López Rosetti es especialista en Clínica Médica y Cardiólogo   Universitario. Presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés   (SAMES). Jefe del Servicio de Medicina del Estrés del Hospital Central Municipal de San Isidro. Director del Curso Universitario de Medicina del Estrés y Psiconeuroinmunoendocrinología Clínica de la Asociación Médica Argentina (AMA). Profesor titular de Psicofisiología de la Facultad de Psicología, Universidad Maimónides. Miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología y Miembro titular de la Asociación Médica Argentina. Miembro de la Sociedad Española  para el estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). Fellow del American Institute of Stress de Nueva York. Fue presidente del primer y segundo Congreso Argentino de Medicina del Estrés en los años 2001 y 2005 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se especializó en el estudio del síndrome del estrés desarrollando programas originales de diagnóstico y tratamiento para el abordaje de este fenómeno en constante expansión en la sociedad moderna. Publicó numerosos trabajos científicos sobre su especialidad. También es de su autoría “El Cerebro de Leonardo” (Ed. Lumen), “El Estrés de Jesús” (Ed. San Pablo) e "Historia Clínica ” de personajes de la historia I y II (Ed. Planeta).

[2] El Poder de la Intención

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