¿Buenas preguntas no?
Tengo para mí que
nuestra finalidad en la Vida
es:
Ser Feliz viviendo de un
modo coherente con nuestros ideales espirituales y usar el poder que tenemos y
del que somos conscientes para vivir en plenitud.
Entender que el
verdadero significado del amor es liberarse del temor con alegría y una aceptación sin límites.
Hacernos responsables de todos nuestros actos y
Volvernos consciente, no apegarnos a nada, dejar todo y rendirse a la manera natural de cómo las cosas son, dejar fluir.
Estar centrado y compenetrado en el Ser y
Comprender vivencialmente que Todos somos Uno
Llegar a la Realización
No somos seres humanos
con experiencias espirituales sino seres espirituales con experiencias humanas.
Debiéramos vivir
honrando la vida, como la canción de Eladia Vazquez[1],
donde decía… permanecer y transcurrir no es honrar la vida…. Vivir la vida y
los pensamientos como oración sagrada.
La sabiduría tolteca nos habla de que cumplamos
4 sencillos pero profundos acuerdos con nosotros mismos:
-Se impecable con tus
palabras
-No te tomes nada
personalmente
-No hagas suposiciones
-Haz siempre los máximo
que puedas.
-Se impecable con tus
palabras
Debemos ser impecables
con las palabras, la palabra es reflejo del pensamiento y tu intención se pone
de manifiesto a través de tus palabras, lo
que sueñas, lo que sientes, lo que eres en definitiva.
Además es energía
vibratoria, es una fuerza que crea los
acontecimientos de tu vida, y según las utilices te generaran un bello sueño o
destruir todo lo que te rodea.
-No te tomes nada
personalmente
El tomarse las cosas
personalmente se debe a que nuestro ego espera que todo gire alrededor de el, y
esta de acuerdo con todo lo que se diga que lo involucre, piensa que nada de lo
que los otros hacen es por ti. Todos vivimos en nuestro propio sueño, en
nuestro propio mundo, y cuando tomamos personalmente algo que nos dicen
suponemos que sabe lo que hay en nuestro mundo e intentamos imponérselo por
encima del suyo.
Incluso cuando parece
algo muy personal, por ejemplo cuando alguien te insulta, eso no tiene nada que
ver contigo, sino que esa persona dice o hace tiene que ver con acuerdos
internos de ella y que estableció en su propia mente, de lo que aprendió y esta
en su inconciente, en sus sentimientos, en su verdad, no en la tuya.
Cuando te tomas algo
personalmente, te sientes ofendido y reaccionas defendiendo tus creencias y
creando conflictos. Como dice el Dr. Miguel Ruiz en su libro Los 4 Acuerdos:
…haces una montaña de un grano de arena porque sientes la necesidad de tener
razón y de que los demás estén equivocados.
También te esfuerzas en demostrarles que tienes razón dando tus propias
opiniones. Del mismo modo cualquier cosa que hagas no es mas que una proyección
de tu propio sueño personal, un reflejo de tus propios acuerdos….
-No hagas suposiciones
Por lo general tendemos
a hacer suposiciones sobre todo y al hacerlo creemos que es cierto, juraríamos
que es real y teñido con ese sentimiento sobre lo que los otros hacen o piensan
lo tomamos en forma personal y después enviamos veneno emocional con nuestras
palabras generando tristeza y dramas que por regla general no tienen ningún
asidero en la "realidad" de la situación sobre la que supusiste, provocando
la reacción del otro que a su vez se siente herido generando a la larga una
situación de malestar emocional en ti y en el otro.
Todo esto se puede
evitar si en vez de suponer pidamos explicaciones sobre el hecho que supones,
pero por regla general como tenemos miedo de preguntar, suponemos y creemos que lo que suponemos es cierto, y
luego defendemos es suposición y pretendemos que el otro no tenga razón, y esas
discusiones llevan al sufrimiento que hubiéramos podido evitar si en lugar de
suponer hubiésemos preguntado.
-Haz siempre los máximo
que puedas.
En toda situación haz
siempre lo máximo que puedas, de esta forma así sea que tu resultado sea
excelente, medianamente pasable o malo, no te podrás reprochar por el hecho de
que dejaste de hacer algo por esa situación y siempre quedaras satisfecho por
lo que haz hecho.
Honra estos 4 acuerdos y honraras tu vida.
Hablemos ahora un poco del poder que tenemos:
¿Sos conciente del poder que tienes?
La física cuántica ha
confirmado la esencia vibratoria de la vida, eso es percibido no solamente por
las personas intuitivas, a veces todos nosotros sentimos cuando ingresamos a
alguna reunión una sensación bienestar o de rechazo aunque nadie nos haya
dirigido la palabra y decimos aquí hay buena o mala onda.
El Universo funciona
como una gran computadora: hay que saber presionar las teclas adecuadas para
obtener lo que se desea. Cuando no lo estamos haciendo, la computadora se
detiene, espera fría y silenciosamente la señal eléctrica correcta.
Muchas veces intentamos transitar el camino espiritual, buscamos la perfección en nuestras vidas. Tratamos de mejorar nuestro carácter, costumbres, ideas, alimentación, y hasta la vida social. A veces, hacemos sacrificios con el fin de alcanzar una vida más plena y feliz; sin embargo, muchas veces no llegamos al estado de éxtasis o plenitud que anhelamos. La decepción puede llevarnos a rechazar la disciplina que habíamos emprendido, o en el peor de los casos, puede desmoralizarnos a tal punto de pensar que “Dios se ha olvidado de nosotros”. Cualquiera sea la reacción, ésta sólo nos está señalando que hemos cometido un error. Y un error puede ser corregido.
Muchas personas creen que repitiendo ciertas afirmaciones pueden transformar su situación personal, lo que encierra un error.
No son los pensamientos lo que determinan nuestra realidad sino nuestras "creencias". Solamente los pensamientos que hemos interiorizado y tomado como nuestra verdad son los que se manifiestan.
Dicho de otra manera, aquello que "sentimos" internamente que es, es lo que se forma en el mundo externo.
La mente humana produce 60.000 pensamientos diarios, la mayoría de los cuales son negativos. Las afirmaciones son necesarias para lograr implantar una creencia nueva en nuestra mente subconsciente y la repetición de estas afirmaciones es un procedimiento adecuado, pero hasta que no le agregamos la emoción o sensación que acompaña a esa idea, no la interiorizamos como una verdad dentro de nosotros.
La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo” pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá. Es necesario seleccionar ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de: paz, armonía y prosperidad.
Muchas veces he repetido que "Cuando cambiamos la forma de mirar las cosas las cosas que miramos cambian", por eso es importante darse cuenta que no tenemos un problema solo creemos que tenemos un problema, lo que en realidad tenemos son situaciones que nosotros interpretamos como un problema.
La mayoría de los problemas son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el “despertar de su conciencia”. Nunca sabemos en realidad desde afuera cuán importante puede ser para cada persona la situación que está atravesando en determinado momento. Podemos percibir esa situación como algo terrible, doloroso, injusto o innecesario, pero cualquiera sea nuestra interpretación nunca será correcta ni completa.
Cuando "tenemos un problema y nos preguntamos: ¿Qué tengo que aprender de esto que me está pasando? la situación cambia y aparece la solución.
A veces cuando por cabala usamos algún amuleto, algún elemento de "protección", para que nos proteja de las malas ondas, una cinta roja, una estampita, un Hamsa, etc, lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros.
En realidad, deberías practicar algún tipo de ejercicio de reconocimiento de la seguridad personal, como lo exprese mas arriba afirmar con emoción: "Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, vivo en el mundo que Dios ha creado y sólo veo amor en todas partes”. Recordando la naturaleza divina de la vida y no el peligro que percibe nuestro ego.
Muchas veces intentamos transitar el camino espiritual, buscamos la perfección en nuestras vidas. Tratamos de mejorar nuestro carácter, costumbres, ideas, alimentación, y hasta la vida social. A veces, hacemos sacrificios con el fin de alcanzar una vida más plena y feliz; sin embargo, muchas veces no llegamos al estado de éxtasis o plenitud que anhelamos. La decepción puede llevarnos a rechazar la disciplina que habíamos emprendido, o en el peor de los casos, puede desmoralizarnos a tal punto de pensar que “Dios se ha olvidado de nosotros”. Cualquiera sea la reacción, ésta sólo nos está señalando que hemos cometido un error. Y un error puede ser corregido.
Muchas personas creen que repitiendo ciertas afirmaciones pueden transformar su situación personal, lo que encierra un error.
No son los pensamientos lo que determinan nuestra realidad sino nuestras "creencias". Solamente los pensamientos que hemos interiorizado y tomado como nuestra verdad son los que se manifiestan.
Dicho de otra manera, aquello que "sentimos" internamente que es, es lo que se forma en el mundo externo.
La mente humana produce 60.000 pensamientos diarios, la mayoría de los cuales son negativos. Las afirmaciones son necesarias para lograr implantar una creencia nueva en nuestra mente subconsciente y la repetición de estas afirmaciones es un procedimiento adecuado, pero hasta que no le agregamos la emoción o sensación que acompaña a esa idea, no la interiorizamos como una verdad dentro de nosotros.
La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo” pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá. Es necesario seleccionar ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de: paz, armonía y prosperidad.
Muchas veces he repetido que "Cuando cambiamos la forma de mirar las cosas las cosas que miramos cambian", por eso es importante darse cuenta que no tenemos un problema solo creemos que tenemos un problema, lo que en realidad tenemos son situaciones que nosotros interpretamos como un problema.
La mayoría de los problemas son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el “despertar de su conciencia”. Nunca sabemos en realidad desde afuera cuán importante puede ser para cada persona la situación que está atravesando en determinado momento. Podemos percibir esa situación como algo terrible, doloroso, injusto o innecesario, pero cualquiera sea nuestra interpretación nunca será correcta ni completa.
Cuando "tenemos un problema y nos preguntamos: ¿Qué tengo que aprender de esto que me está pasando? la situación cambia y aparece la solución.
A veces cuando por cabala usamos algún amuleto, algún elemento de "protección", para que nos proteja de las malas ondas, una cinta roja, una estampita, un Hamsa, etc, lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros.
En realidad, deberías practicar algún tipo de ejercicio de reconocimiento de la seguridad personal, como lo exprese mas arriba afirmar con emoción: "Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, vivo en el mundo que Dios ha creado y sólo veo amor en todas partes”. Recordando la naturaleza divina de la vida y no el peligro que percibe nuestro ego.
Por último debemos
recordar que Tú y Dios son Uno, yo y Dios somos Uno, que todos y Dios somos
Uno, estemos conscientes o no, estamos conectados a esa fuente, por lo que al
hacernos conscientes de esto pondremos nuestro punto de enfoque en ello y
despertaremos a ese espacio de perfección donde nos sentiremos plenos y felices,
honrando la Vida.
Dice la Sabiduría Zen:
[1] Eladia Blazquez (N. Gerli Argentina el 24 de Febrero de 1931, falleció en Buenos Aires el 31 de agosto de 2005) fue una cantante y compositora argentina de tango, considerada como la poestisa de dicho genero, supo conquistar el cariño de la gente con su arte.
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