Comenzaré
con la siguiente frase, que hemos escuchado infinidad de veces: Mente sana
in corpore sano.
Ya los
Griegos con su famosa Olimpiada y los sabios de la Roma clásica lo aseveraban,
ya en esa época sabían que somos una estructura psico-físico-espiritual.
Como lo
exprese en un post anterior[1]
: …" A veces suele ocurrir que tomamos conciencia que nuestra conducta
no nos hace feliz, tratamos de que nos ayuden a analizar los mismos a través de
las terapias psicológicas, aunque la mayoría de las veces no aliviana el
corazón y no siempre crea un cambio de nuestra conducta que nos lleve a la tan
ansiada armonía…"
Y es
que no debemos olvidar que somos un todo. Dice
Alma Marìn [2]
: …"la mayoría de los psicólogos pecamos al no tener en cuenta el
cuerpo, igual que los médicos tienden a centrarse únicamente en lo orgánico"…
Ella dice que hay una nueva tendencia que denomina
terapias de tercera generación que se
caracterizan por tener en cuenta la parte mental como la somática, explica Alma
Marìn: " Si la psicología humanista dejó atrás las convenciones de las
terapias conductistas, ahora éstas, aún teniendo todavía mucho peso, empiezan a
dejar cada vez más lugar a las nuevas terapias de innovación".
…"Cada vez hay mayor conciencia del vínculo
existente entre la actividad neuronal y la percepción sensorial del cuerpo…
estas terapias, pues, buscan la superación del trauma o conflicto interno
mediante la paz no solo de la mente consciente, sino también la paz del cuerpo,
que responde generalmente a nuestro inconsciente. Uno puede decirse mentalmente
que no tiene miedo respecto a algo en concreto pero, indiferentemente,
físicamente puede sentir ese temor mediante sudores, escalofríos o ansiedad. El
miedo que siente nuestro cuerpo – y que resulta de nuestro inconsciente – es la
respuesta a los distintos estímulos que podemos encontrar en el día a día y que
nos evocan el trauma interior…"
"… El trauma genera un recuerdo que
el cerebro es incapaz de procesar en tanto que deriva de una
experiencia de gran carga emocional (negativa) para el individuo. Este recuerdo que no se puede asimilar queda estancado, produciéndose un
colapso de la información en el área cerebral donde se ha archivado el
recuerdo. “Esto impide que la persona evolucione tranquilamente ya que la
información ha quedado registrada de forma fraccionada: olores, imágenes,
sonidos, etcétera”, explica Marín añadiendo que: “... esta fracción del recuerdo es
lo que dispara nuestro miedo cuando nos encontramos con un estímulo. Por ello,
el trauma es un lastre ya que en el día a día podemos tomar contacto con
estímulos que nos disparan el recuerdo” y que nos provoquen constantemente
síntomas que no nos dejan vivir en paz…"
Joe
Dispenza[3]
en su nuevo libro, "Evoluciona tu
cerebro: La ciencia de cambiar tu mente" conecta los temas de pensamiento
y de conciencia con el cerebro, la mente y el cuerpo. El libro explora "la
biología del cambio." Es decir, cuando realmente cambia nuestra mente, hay
una evidencia física del cambio en el cerebro.
Todos
nuestros recuerdos se graban a nivel neuronal. Este proceso de archivado mental se produce cada vez
que entramos en la fase REM[4] mientras dormimos,
la fase de los movimientos oculares rápidos. En pleno estado REM, nuestro
cerebro se dedica a procesar todos los recuerdos de las experiencias vividas.
No obstante, el perfecto sistema cerebral yerra cuando se produce un trauma.
Dice el
Dr. Dispenza:.. ”Cada vez que tienes un pensamiento se producen químicos, y si
tienen grandes pensamientos, pensamientos ilimitados o pensamientos felices,
producen químicos que los hacen sentir bien, felices, ilimitados.”
”En
otras palabras, esta cosa inmaterial llamada pensamiento, activa ciertos
circuitos de nuestro cerebro, que producen químicos que activan el cuerpo, para
que podamos empezar a sentir exactamente de la misma manera que pensamos. ”
”De
la misma manera si tenemos un pensamiento triste, o un pensamiento
autodegradante, en cuestión de segundos empezaran a sentirse negativos, infelices,
o que no valen la pena. Así de rápido funciona.”
”La
idea es que nuestro pensamiento se transforma en química en nuestro cerebro y
en nuestro cuerpo que nos permiten sentir de la manera que estamos pensando, y
como el cerebro está en constante comunicación con el cuerpo, empezamos a
pensar en la manera que estamos sintiendo, creando más químicos para que
sintamos de la manera que pensemos formándose un ciclo de pensamiento,
sentimiento, pensamiento.”
”Y en
ese proceso de pensar, sentir y pensar se crea un estado del ser, luego decimos
"soy infeliz" porque pienso positivamente y me siento triste y ya
estando triste pienso cosas negativas los que me hace sentir más infeliz.”
”Si
ese proceso de pensar y sentir y pensar y sentir continua crea un estado
emocional, que se refleja en una adicción bioquímica en el cuerpo.
Formando una identidad...”
En el caso de los traumas, estos generan recuerdos y cada vez que pensamos en ese recuerdo, generamos esos neuroquímicos o neurotransmisores que hacen que empecemos a sentir como si en este momento estuviera nuevamente ocurriendo la situación.
La psicología dice que el 90% de lo que somos son
programas subconscientes y que solo el
0% del tiempo pensamos concientemente, en el caso de los traumas estos generan
un recuerdo que el cerebro es incapaz de procesaren tanto que deriva de una
experiencia de gran carga emocional negativa para el individuo y este recuerdo
que no se puede asimilar queda estancado, produciéndose un colapso de la
información en el área cerebral donde se ha archivado el recuerdo. Alma Marìn
dice: " Esto impide que la persona evolucione tranquilamente ya que la
información ha quedado registrada de forma fraccionada: olores, imágenes,
sonido, etc. y esta fracción del recuerdo es lo que dispara nuestro miedo cuando
encontramos estos estímulos, y podemos encontrar estos estímulos cada día que
nos provocan síntomas que no nos dejan vivir en paz…"
Por lo
que el objetivo de estas terapias es desensibilizar el cuerpo del trauma, al
respecto Joe Dispenza dice que como se ha comprobado en el estudio del cerebro,
nosotros aprendemos formando conexiones sinápticas entre las neurona, o sea
cuando tenemos una experiencia una neurona se conecta eléctricamente con otra
en nuestro cerebro y desata la generación de neuroquímicos y cada vez que
recordamos ese evento reforzamos esa conexión, cuando dejamos de pensar en ese
evento reemplazando el pensamiento por otro esa conexión causa del evento se
debilita y se desconecta, figurativamente es como encender y apagar lamparitas
iluminando distintos sectores.
Piensa
mejor de lo que te sientes y practica, para que esto que piensas se vuelva
inconciente en tu "cerebro automático" como cuando aprendemos a conducir. Al
principio prestamos atención a los cambios, los pedales, el espejo retrovisor,
cuando se hace costumbre ya no nos damos cuenta pues es nuestro habito el que
conduce permitiendo que nosotros tpongamos la atención en otra cosa.
Las nuevas tendencias en las terapias como Brain
Spotting, EFT (Emotion Freedon Technic) entre otras permite al paciente en
estado consciente acceder a ese recuerdo que genera el trauma y ponerle
solución mediante la desensibilación del cuerpo.
Eduardo Seleson
[2] Alma Marín López, licenciada en
psicología por la
Universidad Ramón Llull (URL) y colegiada por el Colegio Oficial
de Psicólogos de Catalunya (COPC). Clínica en EMDR (Estimulación y
reprocesamiento a través del movimiento ocular) y Terapeuta Brainspotting (punto del cerebro)
Brainspotting es un
poderoso método de tratamiento focalizado que
funciona identificando, procesando y liberando las fuentes nodales
neurofisiológicas del dolor emocional y corporal, trauma, disociación y de una
variedad de otros síntomas difíciles. Brainspotting es, simultáneamente una
forma de diagnóstico y tratamiento, (incrementado con sonido bilateral),
profunda, directa y poderosa, pero focalizada y contenedora. trabaja
con el cerebro profundo y el cuerpo a través de su acceso directo al
sistema autonómico y límbico en el sistema nervioso central del cuerpo.
Brainspotting es por consiguiente un instrumento/tratamiento fisiológico que
tiene consecuencias profundas a nivel psicológico, emocional y físico. (http://www.brainspotting.com.br/home/queesbrainspotting.html)
[3] Joe Dispenza, estudió bioquímica en la Universidad de Rutgers en New Brunswick, tiene una licenciatura en Ciencias en Neurociencias de Evergreen State College en Olympia.
El Dr. Dispenza también recibió su doctorado en Quiropráctica y postgrado en Life University en Atlanta, Georgia. La formación del Dr. Dispenza de postgrado y educación continua ha sido en neurología, la función del cerebro y la química y neurociencia biología celular, formación de la memoria el envejecimiento y la longevidad.
[4] REM proviene de la frase en
inglés Rapid Eye Movement (Movimiento del Ojo Rápido), debido al
característico movimiento de los globos oculares bajo los párpados. Ésta es la
fase donde soñamos y captamos gran cantidad de información de nuestro entorno
debido a la alta actividad cerebral que tenemos.
El estudio de las fases del sueño se realiza mediante varios instrumentos
tales como el electroencefalograma (EGG), el electromiograma (EMG) y el
electroculograma (EOG) que registran parámetros electrofisiológicos. Así mismo,
se recogen parámetros tales como la frecuencia cardiaca, el ritmo respiratorio
y la conductancia eléctrica de la piel. El sueño está formado por ciclos de
sueño de ondas largas, ondas cortas (ambas conforman el denominado sueño
No-REM) y sueño paradójico o sueño REM. Los ciclos de ondas cortas y sueño
paradójico o REM se alternan entre sí y duran unos 90 minutos. En una noche
pueden darse entre 4 y seis de estos ciclos. La característica de la fase REM es
en la cual el cerebro está muy activo,
el tronco cerebral bloquea las neuronas motrices de manera que no nos podemos
mover.
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