Normalmente creemos
que hay dos realidades y que la mayoría de las veces están en oposición,
solemos decirnos –¿Por qué me pasó esto? Sintiéndonos víctimas de las
circunstancias de la vida sobre la que no tenemos ninguna influencia. Nos
decimos: trato de pensar bien pero siempre las cosas me salen mal, etc., etc. etc.
Por lo que pensamos que la “realidad” es independiente de lo que pensemos y
sintamos.
Pensamos, sentimos y
actuamos como si el universo fuera lo material que pueden captar nuestros
sentidos del exterior. Creemos firmemente en lo material porque se puede ver y
tocar.
No tomamos en cuenta
a nuestros pensamientos como algo real debido a que no podemos tocarlos, pero
los mismos son tan reales como la materia pues aunque no podemos tocarlos los
experimentamos, los pensamientos producen sentimientos, y esa cosa inmaterial,
ese fenómeno cuántico, pues tiene un principio y un fin, información y energía
(por ejemplo si pienso quiero mover la mano izquierda – información- genero la energía para hacerlo)
produce la secreción desde el cerebro de
químicos que harán que comience a sentir tal como pienso, o sea que eso
inmaterial (pensamiento) se vuelve material al experimentar las sensaciones que
nos produce, esa es su realidad.
Todo lo que el
universo material nos ofrece es una condensación de patrones de energía sutil
creada por nuestros propios pensamientos y sentimientos, pues estos son la
semilla de lo que creamos.
Toda la materia
procede de la energía en distintos grados de vibración, y lo que vemos, olemos,
gustamos, tocamos es introducida en nuestra percepción a través de los sensores
ojos, tacto oído, etc. que envían impulsos eléctricos a nuestro cerebro y que
nosotros recomponemos en texturas, sabores, colores, etc., pero no olvidemos
que lo único que percibimos son impulsos eléctricos, por lo que dicho de otra
manera es que la riqueza de las formas, colores, objetos, personas,
situaciones, todo es un reflejo de pensamientos y sentimientos internos.
Vivimos tratando de controlar lo externo, de comprenderlo, sin darnos cuenta
que la fuente de toda esa creación está en el interior.
Lo externo es un mero
reflejo de lo que internamente creamos con nuestro pensamiento y sentimiento y
gastamos enormes cantidades de energía en controlar el mundo material cuando lo
importante es trabajar nuestro interior, origen creador de todo eso que vemos
afuera.
Es en esa comprensión
cuando toma sentido en toda su dimensión la frase que pronunciara Albert
Einstein “…la decisión más importante que debemos tomar es si vivimos en un
mundo que nos es afín donde todo lo que hagamos nos favorece u hostil donde todo esta en nuestra contra…” por
lo que … cuando cambias la forma de mirar las cosas, las cosas que miras
cambian… y así concluimos que …el que tiene la clave para crear su
universo interno y su propio bienestar, tiene garantizada su libertad y
felicidad de por vida...y lo material que le corresponda se le dará por
añadidura… ya que es un reflejo de su riqueza interna.
Ahora podemos
comprender que realidad interna y externa es lo mismo bajo dos disfraces
distintos, que si llegamos a decodificar con nuestra comprensión vemos que en
realidad son lo mismo y que nosotros tenemos el poder de moldear a nuestra
voluntad.
Ahora bien, lo que te
he propuesto parece fácil, aunque en la práctica hay algo que normalmente no
tomamos en cuenta “el inconsciente y su potencial”.
La mente consciente
es la que gestiona toda la información, pero es en el inconsciente donde se
acumula esta, por lo que lo que acumulamos recuerdos y experiencias afectan
nuestra visón y juicio a cada momento.
Carl Jung dijo:” Quien
mira hacia afuera sueña, quien mira hacia dentro despierta…” por lo que debemos
ser conscientes de cómo funcionamos internamente para poder moldear nuestra
realidad, como te dije antes, esto no es fácil de aceptar, que tú eres el único
creador de tu experiencia vital y de tu realidad.
Este mundo interno,
colapsa posibilidades del “campo cuántico” que
responde como espejo reflejando todo lo que has venido pensando y
fundamentalmente sintiendo, estés consciente o no de ello.
Por eso como dice Alejandro Ariza[1]: “…Si quieres elevar tu frecuencia vibracional…haz algo que te haga sentir bien, si deseas disminuir tu frecuencia vibracional, elige sentirte mal por algo o alguien…”.
Aquí nos debemos detener brevemente en nuestras emociones, debemos ser conscientes de las mismas. Quiero recordarte unos pensamientos que puse en un post allá por setiembre del año pasado.
…Las emociones son desencadenadas por el pensamiento, consciente o inconsciente; las emociones que “sentimos” son producto de reacciones bioquímicas, que mueven potentes energías bio-electromagnéticas, .. “Es la reacción del cuerpo a la mente o, dicho de otra forma, el reflejo de la mente en el cuerpo. La emoción surge en el punto donde cuerpo y mente se encuentran” Dice Eckhart. Tolle[2].
La única diferencia es que, mientras el pensamiento está en tu cabeza, la emoción tiene un fuerte componente físico, de modo que se siente principalmente en el cuerpo. Puedes dejar que la emoción esté ahí sin ser controlado por ella. Ya no eres la emoción; eres el observador, la presencia que mira.
Si practicas así, todo lo que es inconsciente en ti saldrá a la luz de la conciencia.“ “Forma el habito de preguntarte: ¿Qué está pasando dentro mío en este momento? esa pregunta te orientará en la dirección correcta.
Pero no analices, simplemente observa , enfoca tu atención hacia dentro. Siente la energía de la emoción”.
Entonces esa emoción, ese mundo interno tuyo es lo que estás enviando al campo, al universo y que es la que se reflejará creando las circunstancias que gravitaran en tu vida, por lo que para cambiar esa realidad tuya, para lograr modificar las circunstancias que te están molestando en ese momento, debes primero como lo dicho más arriba ser conciente de que emoción eres esclavo, luego de observarla, comienza a entrenar tu mente inconciente (que es una mente de hábitos pensando mejor de cómo te sientes) ...practica, practica pensando mejor de lo que sientes para que tu mundo interno se armonice con tu mundo externo y logres lo que desees.
Eduardo Seleson
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Por eso como dice Alejandro Ariza[1]: “…Si quieres elevar tu frecuencia vibracional…haz algo que te haga sentir bien, si deseas disminuir tu frecuencia vibracional, elige sentirte mal por algo o alguien…”.
Aquí nos debemos detener brevemente en nuestras emociones, debemos ser conscientes de las mismas. Quiero recordarte unos pensamientos que puse en un post allá por setiembre del año pasado.
…Las emociones son desencadenadas por el pensamiento, consciente o inconsciente; las emociones que “sentimos” son producto de reacciones bioquímicas, que mueven potentes energías bio-electromagnéticas, .. “Es la reacción del cuerpo a la mente o, dicho de otra forma, el reflejo de la mente en el cuerpo. La emoción surge en el punto donde cuerpo y mente se encuentran” Dice Eckhart. Tolle[2].
Cuanto más identificado y
comprometido estés con tus pensamientos,.. a veces perdido en su compleja red
…,aferrado a deseos, gustos, placeres, miedos, resentimientos, juicios, etc…
entonces eres el esclavo de las reacciones bioquímicas de tu cuerpo, que te darán
placer o dolor y puedes permanecer años o toda la vida atrapado en franjas de
frecuencia del placer bioquímico, dolor físico y sufrimiento emocional.
Dice Tolle: “Empieza por observar
tus emociones, hazte consciente de ellas, observa todo el proceso,.. se
consciente del placer o el dolor,.. conecta tu consciencia con la emoción;
lleva tu atención al cuerpo y las sensaciones-emociones, observa en qué puntos
específicos se siente más intenso.”
“Si realmente quieres conocer tu
mente, el cuerpo siempre te dará un reflejo fiel; por tanto, observa la emoción
o, más bien, siéntela en tu cuerpo. Si existe un conflicto aparente entre
ambos, el pensamiento es el que miente y la emoción dice la verdad.
No la verdad última de tu identidad real, sino la verdad relativa de tu estado
mental en ese momento”. “Es posible que aún no puedas hacer
consciente la actividad de tu mente inconsciente en forma de pensamientos, pero
siempre se reflejará en el cuerpo como una emoción, de la que sí puedes
tomar conciencia.
Observar una emoción es básicamente igual que
escuchar u
observar un pensamiento.
La única diferencia es que, mientras el pensamiento está en tu cabeza, la emoción tiene un fuerte componente físico, de modo que se siente principalmente en el cuerpo. Puedes dejar que la emoción esté ahí sin ser controlado por ella. Ya no eres la emoción; eres el observador, la presencia que mira.
Si practicas así, todo lo que es inconsciente en ti saldrá a la luz de la conciencia.“ “Forma el habito de preguntarte: ¿Qué está pasando dentro mío en este momento? esa pregunta te orientará en la dirección correcta.
Pero no analices, simplemente observa , enfoca tu atención hacia dentro. Siente la energía de la emoción”.
Entonces esa emoción, ese mundo interno tuyo es lo que estás enviando al campo, al universo y que es la que se reflejará creando las circunstancias que gravitaran en tu vida, por lo que para cambiar esa realidad tuya, para lograr modificar las circunstancias que te están molestando en ese momento, debes primero como lo dicho más arriba ser conciente de que emoción eres esclavo, luego de observarla, comienza a entrenar tu mente inconciente (que es una mente de hábitos pensando mejor de cómo te sientes) ...practica, practica pensando mejor de lo que sientes para que tu mundo interno se armonice con tu mundo externo y logres lo que desees.
Eduardo Seleson
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[1] El Dr. Alejandro Ariza es el iniciador de la filosofìa "Nueva Conciencia". Orador inspiracional, escritor experto en desarrollo humano y superación personal. autor de 10 libros. Hizo la carrera de cirujano y ejerce como terapeuta.
[2] Eckhart Tolle es escritor y maestro espiritual contemporaneo de origen alemán y nacionalidad canadiense. Es famoso por tìtulos como "El poder del ahora" y "Una Nueva Tierra".
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