Hoy te traigo unas reflexiones del maestro Eckart Tolle.
SE CONSCIENTE DE
TUS EMOCIONES
Las emociones son
desencadenadas por el pensamiento, consciente o inconsciente; las emociones que
“sentimos” son producto de reacciones bioquímicas, que mueven potentes energías
bio-electromagnéticas, .. “Es la reacción del cuerpo a la mente o, dicho de
otra forma, el reflejo de la mente en el cuerpo. La emoción surge en el punto
donde cuerpo y mente se encuentran.” (E. Tolle)
Cuanto más identificado
y comprometido estés con tus pensamientos,.. a veces perdido en su compleja red
…, aferrado a deseos, gustos, placeres, miedos, resentimientos,
juicios, etc…entonces eres el
esclavo de las reacciones bioquímicas
de tu cuerpo, que te darán placer o dolor, y puedes permanecer años o toda la
vida atrapado en franjas de frecuencias del “placer bioquímico”, o el dolor
físico y sufrimiento emocional.
Empieza por observar tus
emociones, hazte consciente de ellas, observa todo el proceso,.. se
consciente del placer o el dolor, conecta tu consciencia con la emoción; lleva
tu atención al cuerpo y las sensaciones/emociones, observa en qué puntos
específicos se siente más intenso.
“Si realmente quieres
conocer tu mente, el cuerpo siempre te dará un reflejo fiel; por tanto, observa
la emoción o, más bien, siéntela en tu cuerpo. Si existe un conflicto aparente
entre ambos, el pensamiento es el que miente y la emoción dice la verdad.
No la verdad última de tu identidad real, sino la verdad relativa de tu estado
mental en ese momento.
Es posible que aún no puedas hacer consciente la actividad de tu mente inconsciente en forma de pensamientos, pero siempre se reflejará en el cuerpo como una emoción, de la que sí puedes tomar conciencia.
Observar una emoción es básicamente igual que escuchar u observar un pensamiento. La única diferencia es que, mientras el pensamiento está en tu cabeza, la emoción tiene un fuerte componente físico, de modo que se siente principalmente en el cuerpo. Puedes dejar que la emoción esté ahí sin ser controlado por ella. Ya no eres la emoción; eres el observador, la presencia que mira.
Es posible que aún no puedas hacer consciente la actividad de tu mente inconsciente en forma de pensamientos, pero siempre se reflejará en el cuerpo como una emoción, de la que sí puedes tomar conciencia.
Observar una emoción es básicamente igual que escuchar u observar un pensamiento. La única diferencia es que, mientras el pensamiento está en tu cabeza, la emoción tiene un fuerte componente físico, de modo que se siente principalmente en el cuerpo. Puedes dejar que la emoción esté ahí sin ser controlado por ella. Ya no eres la emoción; eres el observador, la presencia que mira.
Si practicas así, todo
lo que es inconsciente en ti se hará consciente.
Forma el habito de
preguntarte:¿Qué está pasando dentro de mí en este momento?
Esa pregunta te orientará en la dirección
correcta. Pero no analices, simplemente observa. Enfoca tu atención hacia
dentro. Siente la energía de la emoción.
Si no hay ninguna emoción presente, lleva la atención más profundamente al campo energético de tu cuerpo. Es el pasadizo hacia el Ser.”…
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